Grupos de hombres y mujeres se reunieron frente al Ministerio de Asuntos Exteriores, llevando pancartas que decían “Nuestros hijos no están en venta” o “Devolvednos a nuestros hijos”.
Varios manifestantes dijeron que sus familiares habían obtenido visados para Emiratos Árabes Unidos tras los anuncios publicados en los periódicos sudaneses sobre el reclutamiento de guardas de seguridad para una empresa emiratí llamada Black Shield.
“Mi hermano fue a Emiratos Árabes Unidos el 20 de agosto, pero perdimos contacto con él hace seis días”, dijo la manifestante Salma Mohamed. “Vimos en las redes sociales que había sido transferido con otras personas a Libia o Yemen. No tenemos información sobre su destino, lo queremos de vuelta”, añadió.
“Mi hijo se fue a Emiratos Árabes Unidos en septiembre. Perdimos contacto con él hace 10 días”, dijo otro manifestante, Imad Osmane. “Luego protestó y nos dijo que él y otros habían sido traídos de Ras Lanouf, Libia, a Abu Dhabi”, la capital de Emiratos Árabes Unidos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró en un comunicado que estaba en contacto con Abu Dhabi para resolver la cuestión “relativa al reclutamiento de ciudadanos sudaneses como guardas de seguridad por una empresa privada en Emiratos”.
“Las familias afirman que sus contratos han sido violados, algunos de ellos han sido transferidos por la empresa a los campos de petróleo de Libia”, añadió el ministerio.
Anoche, unos 50 jóvenes que volvían de Abu Dhabi, hicieron una sentada frente a la embajada de Emiratos Árabes Unidos en Jartum. No dijeron si regresaban de Libia o de Yemen, pero prometieron que mantendrían su sentada hasta que todos los reclutados por la empresa de Emiratos regresaran a Sudán.
Según un informe de la ONU de diciembre, cinco grupos armados sudaneses y cuatro chadianos han proporcionado miles de hombres para luchar en Libia. Otro informe separado de la ONU sobre Sudán publicado en enero dijo que muchos combatientes árabes de Darfur, una región del oeste de Sudán que ha estado en guerra civil desde 2003, y del vecino Chad están luchando como “mercenarios” en Libia.
Libia está sumida en el caos desde que fuera invadida por la OTAN en 2011. Desde el 4 de abril del pasado año la guerra está a las puertas de Trípoli. El general Haftar, apoyado por Emiratos Árabes Unidos y Egipto, lanzó una ofensiva contra la capital, la sede del gobierno que apoya Turquía.
Más de 2.000 combatientes y más de 280 civiles han sido asesinados, según la ONU. Casi 150.000 libios han perdido sus hogares.
El alto el fuego establecido el 12 de enero por iniciativa de Moscú y Ankara sigue siendo precario, y ambas partes se acusan mutuamente de violar la tregua.