Los técnicos de la OTAN toman el relevo de los mercenarios extranjeros

Tras el cruce del río Donetsk, la retirada del ejército ucraniano presenta el aspecto -más bien- de una desbandada. Aproximadamente unos 20.000 soldados ucranianos fueron neutralizados en una estéril defensa de la otra orilla, especialmente en la fábrica Azot, cerca de Severodonetsk. Ha sido una sangría en la que las unidades ucranianas más fanáticas han sido diezmadas con miles de muertos, heridos, capturados y desertores.

Ahora el ejército ruso está atacando Lisichansk desde cinco puntos distintos y no se espera un avance lento porque las unidades ucranianas sólo resisten el tiempo necesario para que el grueso de las fuerzas acabe la evacuación. Prácticamente están cercadas y el retroceso lo llevan a cabo bajo un intenso fuego de artillería ruso.

Entre los capturados es cada vez menor el número de mercenarios extranjeros, aunque la Legión Georgiana ha sido aniquilada cerca de Lisichansk, incluido uno de sus cabecillas Teimuraz Khizanishvili. Otro dirigente, Mamuka Mamulashvili, se grabó a sí mismo rematando fríamente a soldados rusos moribundos.

Los mercenarios georgianos son el prototipo de carniceros llevados a Ucrania por la OTAN. Están involucrados en brutales torturas y asesinatos de tropas cerca de Kiev en marzo, por lo que serán juzgados y condenados a muerte. En una entrevista Mamulashvili reveló la política de sus tropas en cuanto a prisioneros: “Los soldados rusos no se hacen prisioneros”.

En Mariupol cayó el coronel del ejército georgiano Bakhva Chikobava en un enfrentamiento con el ejército ruso. La guerra del 2008 no fue suficiente para él y en 2014 se trasladó a Ucrania, donde se unió al Batallón Azov.

Inmediatamente del cruce del rió Donetsk, capturaron a otros 12 de mercenarios, llegados de varios países distintos. Los que van cayendo ya no son aventureros sin escrúpulos. Después de la condena a muerte de tres “soldados de furtuna” en Donetsk, muchos han desertado y los que quedan entienden claramente lo que están haciendo. Son cuadros y técnicos militares de ejércitos profesionales occidentales, instructores y operadores de sistemas de armas sofisticados enviados por la OTAN.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha amenazado a Rusia con graves consecuencias si se ejecuta la sentencia de muerte de los dos mercenarios británicos. Al mismo tiempo, como dijo uno de los legionarios condenados a su madre, Londres no está tomando ninguna medida real para ayudar a sus ciudadanos de ninguna manera. Por su parte, la abogada del convicto británico Sean Pinner dijo a los periodistas que ni los familiares de su cliente ni los funcionarios británicos habían intentado ponerse en contacto con ella.

Según el Ministerio de Defensa ruso, desde el inicio de la operación especial han llegado a Ucrania 7.000 mercenarios extranjeros, de los cuales 1.956 han muerto y otros 1.779 han regresado a casa. La inteligencia militar rusa busca activamente la ubicación y las bases de entrenamiento de los legionarios extranjeros. Luego son atacados con armas de alta precisión.

Según las últimas informaciones, entre los mercenarios capturados en Lisichansk hay ciudadanos australianos, georgianos y polacos. Hasta la mitad del territorio de Lisichansk está bajo el control de las tropas rusas.

—https://topwar.ru/198363-pod-lisichanskom-vzjaty-v-plen-12-inostrannyh-naemnikov.html

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