Los talibanes han tomado el valle de Panshir, donde se habían refugiado una parte de las tropas del anterior gobierno y controlan ya todo Afganistán.
“Por la gracia de Alá el Todopoderoso, tenemos el control total de Afganistán. Los saboteadores han sido derrotados y Panshir está ahora bajo nuestro mando”, dijo un dirigente talibán.
En las últimas semanas la resistencia se había organizado en torno al Frente Nacional de Resistencia, encabezado por Amrullah Saleh y el hijo de Massud. A ellos se unieron los restos de las unidades regulares y las fuerzas especiales del anterior gobierno, así como milicianos locales.
La caída del valle de Panshir no ha sido confirmada por fuentes independientes. Fuerzas de los talibanes se desplazaron el domingo hacia el valle, donde cercaron a las milicias que lo defendían.
Aunque manifestaron que pretendían una negociación y su rendición pacífica, atacaron y capturaron 13 puestos de control en el valle, matando a unos 35 soldados que los custodiaban.
No obstante, quedan focos en la capital, Kabul, donde ayer sonaron disparos de armas pesadas.
El antiguo vicepresidente Saleh, uno de los dirigentes de las tropas que siguen leales a los partidarios de la ocupación militar extranjera, desmintió las informaciones de Tolo News de que había huido de Afganistán.