El pasado mes de mayo el Telegraph publicó un artículo afirmando que Rusia, China e Irán estaban impulsando las publicaciones del rapero Lowkey en las redes sociales “en un intento de avivar la división y manipular la opinión pública en todo el país”.
Las afirmaciones del Telegraph se basaban en un informe de la empresa de tecnología Cyabra, que dice que el 11 por cien de los perfiles que interactúan con él en X/Twitter eran falsos, lo que implica que una red de bots organizada estaba amplificando artificialmente sus mensajes.
Lo que el Telegraph ocultó es que Cyabra no es sólo “una empresa de tecnología especializada en combatir la desinformación en línea”, sino una empresa israelí fundada por oficiales de la inteligencia militar, la mitad de cuyos empleados se fueron para unirse al ejército israelí para luchar en Gaza. Hasta el día de hoy Cyabra continúa trabajando abiertamente con la inteligencia militar israelí.
Para intoxicar el Telegraph se apoyaba en la inteligencia israelí porque el rapero es uno de los opositores británicos más destacados del ataque de Israel contra la población de Gaza. A través del periódico el gobierno israelí afirmaba que Reino Unido estaba bajo la amenaza de las organizaciones pro-Hamas que operan en todas las islas con el objetivo de imponer la sharia y hacer del país “una isla musulmana”.
Los intoxicadores advertían al gobierno de Londres que debía ser “mucho más agresivo” contra esos “enemigos” que amenazan el estupendo estilo de vida británico.
Cyabra aprendió censura en la Inquisición española del siglo XVI y no ha avanzado más. El reportaje era muy cutre. No logró mostrar si las botnets realmente amplificaron los mensajes de Lowkey u otros propalestinos de alguna manera significativa.
Que el 11 por cien de los perfiles que interactuaban con Lowkey fueran falsos no indicaba ninguna interferencia de ningún tipo, ni extranjera ni autóctona. Una proporción considerable de cuentas en las redes sociales son falsas y siempre lo han sido. Las estimaciones del número real de cuentas falsas en X/Twitter varían entre el 5 y más del 80 por cien.
El propietario de la red, Elon Musk, ha admitido que uno de cada cinco usuarios de su plataforma es falso. La diferencia es que los famosos crean más cuentas falsas que los demás. Los propios análisis de Cyabra afirman que el 13 por cien de todas las cuentas de X/Twitter que hablan de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos son bots, y que el 20 por cien de las que hablan de Jeffrey Epstein no son auténticas.
Por lo tanto, la afirmación de Cyabra de que el 11 por cien de los perfiles que interactúan con Lowkey son falsos no dice nada. Más bien refuerza el hecho de que Lowkey y sus puntos de vista gozan de un amplio apoyo internacional.
Los guardianes de la verdad dan miedo
“Somos el guardián de la verdad y la fiabilidad en las redes sociales”, afirmó Dan Brahmy, director de Cyabra. La empresa no tiene ningún seguimiento en las redes sociales. Tiene 221 suscriptores en YouTube y 1.145 y 120 suscriptores en X/Twitter e Instagram, respectivamente. Sin embargo, medios como The Telegraph la han convertido en un tinglado influyente. Los medios de comunicación (New York Times, The Washington Post, CNN, Fox News, Wall Street Journal y USA Today) lo mecionan como fuente de autorizada, siempre silenciado sus vínculos con la inteligencia israelí.
Brahmy, por ejemplo, fue instructor de tiro y combate en el ejército israelí antes de fundar Cyabra. Sus otros dos cofundadores fueron miembros clave de la inteligencia israelí. “Afortunadamente, encontré a dos personas en el planeta que tenían la audacia y el conocimiento para poder decir que estaban entre los comandantes de guerra de información del ejército israelí. Y después de un servicio militar muy largo, sintieron que tenían que hacer algo”, confesó Brahmy en una entrevista.
Brahmy se refiere a Ido Shraga y Yossef Daar. Shraga fue anteriormente ingeniero de sistemas cibernéticos en el ejército israelí antes de cofundar la empresa. Daar es un veterano de la Unidad 8200, pieza central del aparato de vigilancia de alta tecnología de Israel. La Unidad 8200 ha creado una vasta red digital mundial para espiar a los palestinos, utilizando sus datos personales para el chantaje y la extorsión.
También están detrás de Pegasus, que se vendió para piratear teléfonos y controlar objetivos de alto valor. De 2004 a 2014 Daar fue uno de los cabecillas de la Unidad 8200, hasta convertirse en su jefe de departamento. Sin embargo, los estrechos vínculos con la inteligencia militar israelí no terminan ahí. Es probable que Cyabra esté reclutando activamente de la Unidad 8200 y otros departamentos del ejército israelí. Por ejemplo, Roni Fridfertig dejó su puesto de analista de la Unidad 8200 para unirse a Cyabra, donde actualmente es responsable de información estratégica. Junto a Fridfertig está Lali Bar, cabecilla del equipo de analistas de ciberinteligencia en la Unidad 8200 hasta marzo, cuando comenzó a trabajar en Cyabra como analista de datos estratégicos.
Vigilar y castigar: la Unidad 8200
Entre 2017 y 2020 Daniel Elya fue decodificador de fotografía aérea y gerente técnico de productos para la Unidad 8200. En 2022 se convirtió en gerente de productos y operaciones de Cyabra. Tanya Barkatz, dirigente del equipo de éxito del cliente, fue hasta 2021 sargento mayor analista de inteligencia en Lahav 433, el equivalente israelí del FBI. Hasta 2019 el jefe de ventas del sector privado de Cyabra, David Bar-Aharon, era oficial de inteligencia de campo del ejército israelí.
Según la ley israelí, revelar cualquier afiliación con la Unidad 8200 es un delito, lo que significa que las pocas personas que lo han anunciado abiertamente probablemente sean sólo la punta del iceberg. En una entrevista reciente, Brahmy reveló que la mitad de sus 40 empleados han sido llamados al servicio militar activo y actualmente están involucrados en la ocupación de Gaza y el desplazamiento de millones de personas de sus hogares. La otra mitad está luchando en el campo de batalla digital por Israel, señaló el medio Israel 21c.
Brahmy reveló que esto implica un estrecho vínculo con sus antiguos colegas en la inteligencia militar activa: “Tranmitimos información a organizaciones de seguridad en Israel y más allá porque pueden ejercer presión, ayudar a identificar y devolver información de inteligencia”.
A principios de este año, Cyabra también informó al parlamento israelí y enseñó al Comité de Inteligencia Artificial y Tecnologías Avanzadas sobre las tácticas que utiliza Hamas en línea. En resumen, los profundos vínculos de Cyabra con el Estado israelí –en particular con la Unidad 8200– hacen difícil determinar dónde termina uno y comienza el otro.
La Unidad 8200 es la unidad más elitista y quizás la más infame de Israel. Descrita como la Harvard de Israel, las mentes jóvenes más brillantes del país compiten por la aceptación, sabiendo que el tipo de formación que reciben las preparará para lucrativas carreras tecnológicas. Los árabes israelíes no tienen derecho a unirse; de hecho, se encuentran entre los principales objetivos de la unidad. El Financial Times llamó a la Unidad 8200 “Israel en su mejor y peor momento”, la pieza central tanto de su floreciente industria de alta tecnología como de su aparato estatal represivo. Los veteranos de la Unidad 8200 han producido muchas de las aplicaciones más descargadas del mundo, incluido el servicio de mapas Waze y la plataforma de comunicaciones Viber.
43 reservistas, incluidos varios oficiales, enviaron una carta a Netanyahu en 2014 informándole que ya no servirían en sus filas debido a la celosa persecución de los palestinos. Esto implicó el uso de grandes bases de datos para compilar registros sobre un gran número de miembros de la población autóctona, incluidos sus historiales médicos, vidas sexuales e historiales de investigación, para luego utilizarlos con fines de extorsión. Si una persona en particular tuviera que pasar por puntos de control para recibir un tratamiento médico crucial, se podría suspender el permiso hasta que aceptara espiar a otros. Información como, por ejemplo, si una persona engaña a su cónyuge o si es homosexual, también se utiliza como cebo para el chantaje. Un agente de la Unidad 8200 dijo que fue entrenado para memorizar diferentes palabras árabes que significan “gay” para poder escucharlas durante las conversaciones monitoreadas. Todos los palestinos, dicen los veteranos de la Unidad 8200, han sido tratados como enemigos del Estado. “No hay distinción entre los palestinos que están y los que no están involucrados en la violencia”, dice la carta.
Del espionaje israelí a Silicon Valley
Lo más preocupante es la influencia de la Unidad 8200 dentro de las plataformas tecnológicas internacionales a las que confiamos nuestros datos. Una investigación de 2022 encontró que cientos de antigos agentes de la Unidad 8200 trabajan en Silicon Valley y ocupan puestos de influencia en empresas como Google, Microsoft, Amazon y Meta.
Un ejemplo de ello es Emi Palmor, que forma parte del consejo de supervisión de Meta, la empresa matriz de Facebook, WhatsApp e Instagram. El grupo sirve como tribunal supremo de las plataformas digitales, decidiendo qué contenido debe promocionarse y cuál debe eliminarse.
Gavriel Goidel, por su parte, es el jefe de estrategia de Google. Sin embargo, hasta 2016 fue responsable de aprendizaje en la Unidad 8200, dirigiendo un equipo de inteligencia encargado de contrarrestar las actividades de los que llamó “activistas hostiles”. Con personas como Palmor y Goidel ocupando roles tan influyentes dentro de los gigantes de las redes sociales, tal vez no sorprenda que el contenido favorable a la causa palestina sea tan despiadadamente suprimido en línea.
‘Mentimos, engañamos, robamos’
Sin duda, Cyabra tiene la ambición de convertirse en una empresa verdaderamente mundial. La apertura de una oficina en Nueva York y el nombramiento del exsecretario de Estado y director de la CIA, Mike Pompeo, como miembro de su junta directiva tienen ese objetivo. “Estamos encantados de darle la bienvenida a Mike Pompeo”, dijo Brahmy.
A lo largo de su distinguida carrera, el Secretario Pompeo ha demostrado una profunda comprensión del impacto de las campañas de desinformación en la seguridad nacional. Sus conocimientos serán inestimables a medida que Cyabra continúe desarrollando soluciones innovadoras para establecer un sistema inmunológico digital.
A lo largo de su carrera en el Departamento de Estado y la CIA, Pompeo ha estado detrás de campañas de desinformación que desestabilizan la seguridad nacional de otros países. “Yo era el director de la CIA. Mentimos, engañamos, robamos. Hemos tenido extensos cursos de capacitación sobre este tema”, bromeó una vez Pompeo.
La CIA ha estado detrás de innumerables escándalos de noticias falsas, ha alentado cambios de régimen en todo el mundo y ha establecido una red mediática mundial. El nombramiento de un antiguo director de la CIA en el consejo de administración de una empresa que pretende ofrecer un servicio basado en hechos reales debería socavar inmediatamente la credibilidad del grupo. Pero en el mundo actual, la verificación de datos suele estar financiada directamente por el gobierno de Estados Unidos. Al menos cinco grupos de verificación de datos en los que Facebook se basa para filtrar y juzgar información sobre Ucrania, por ejemplo, están financiados por Washington.
Mientras Israel lanzaba su ataque contra Gaza, Cyabra llamó la atención sobre el campo de batalla en línea, apresurándose a publicar informes que afirmaban que el 25 por cien de todas las cuentas que hablaban del ataque del 7 de octubre eran falsas. Rusia, China, Irán, Líbano, Siria e Irak estaban involucrados en una vasta conspiración antiisraelí en línea destinada a avivar la ira visceral al compartir contenido engañoso o falso.
Un ejemplo que el propio Cyabra eligió para ilustrar esto es el del canal de televisión estatal ruso RT en Español, que informó que el presidente iraní, Ebrahim Raisi, calificó el ataque al hospital Al Ahli en Gaza de “crimen de guerra” israelí. Era falso porque fuentes israelíes y occidentales insistieron en que probablemente los palestinos habían volado su propio hospital.
Israel está llevando a cabo un colosal esfuerzo de propaganda en línea. Investigadores como el profesor Marc Owen Jones han descubierto ejércitos de cuentas títeres pro-israelíes que difunden desinformación contra la UNRWA e intentan socavar la solidaridad entre los afroamericanos y los palestinos. Sin embargo, Cyabra parece mucho menos interesado en examinar las campañas proisraelíes, tal vez porque son una parte crucial de ellas.
Las campañas de propaganda israelíes en internet
Israel ha emprendido una campaña de propaganda sostenida y coordinada que rivaliza con la complejidad de su ataque militar. En las dos semanas transcurridas desde el 7 de octubre, el Ministerio de Asuntos Exteriores gastó más de 7 millones de dólares en anuncios sólo en YouTube. Estos anuncios estaban dirigidos principalmente a países occidentales, siendo Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica y Estados Unidos los principales destinatarios. En sólo 14 días, una campaña en una plataforma de un departamento del gobierno israelí alcanzó mil millones de pares de ojos, cifras que hacen que todo lo que supuestamente descubrió Cyabra parezca insignificante en comparación. Muchos de estos anuncios de YouTube violaron descaradamente los términos de servicio de la plataforma, mostrando imágenes gráficas de cadáveres y mensajes falsos, como “Hamas = Isis”.
El Departamento de Asuntos Exteriores también lanzó una campaña encubierta para acosar e intimidar a los estudiantes estadounidenses, creando un “grupo de trabajo” para llevar a cabo operaciones psicológicas destinadas, en sus propias palabras, a “infligir consecuencias económicas y profesionales” a los estudiantes pro palestinos. Si bien el ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, encabeza el grupo de trabajo, subraya que sus acciones “no deben llevar la firma del Estado de Israel”.
Las campañas de propaganda israelíes se remontan a mucho más atrás. Wikipedia ha sido durante mucho tiempo el objetivo de la infiltración israelí. Un proyecto supervisado por Naftali Bennett, quien luego se convirtió en primer ministro, desplegó a miles de jóvenes israelíes para vigilar la enciclopedia en línea, eliminando hechos preocupantes y presentando artículos más favorablemente a Israel. Aquellos que hicieran la mayor cantidad de cambios recibirían recompensas, incluidos paseos gratuitos en globo aerostático.
Los palestinos –o quienes los apoyan– siempre han tenido sus voces silenciadas en línea. Sin embargo, desde el 7 de octubre, la represión digital del sentimiento pro palestino se ha intensificado. Cientos de personalidades han afirmado que las plataformas de redes sociales limitan artificialmente su alcance debido a su postura sobre Israel-Palestina.
Instagram suspendió las cuentas de Eye on Palestina y Motaz Azaiza, dos fuentes críticas para informar sobre el terreno en Gaza. La plataforma también añadió inexplicablemente la palabra “terrorista” a las biografías de cientos de personas que se identifican como palestinas. Más tarde afirmó que se trataba de un error. Sin embargo, los estrechos vínculos de la plataforma con la Unidad 8200 sugieren que esto puede ser el resultado del entorno general de la empresa con respecto a la liberación palestina.
La propia MintPress News se enfrenta a una represión constante en línea. No hay un solo empleado, incluido este autor, cuyas cuentas de redes sociales no estén restringidas, suspendidas o eliminadas, algo que rara vez, o nunca, sucede con las fuentes de noticias proisraelíes.
El rapero Lowkey no es una excepción. La semana pasada, Instagram lo prohibió en su cuenta. Grupos proisraelíes lograron perturbar sus eventos públicos e incluso intentaron eliminar su música del servicio de transmisión Spotify. Ha sido el blanco favorito del cabildo israelí durante muchos años. Artista de hip-hop ampliamente reconocido como uno de los mejores letristas de su generación, ha utilizado su talento para resaltar el sufrimiento de los palestinos, lo que le valió una base de seguidores en todo el mundo. Canciones como “Larga vida a Palestina” se han convertido en himnos de resistencia en todo el mundo y se tocan con frecuencia en protestas de solidaridad. Ya en 2011, el Jewish Chronicle escribió que su mera existencia era una “potencial pesadilla” para Israel.
Cyabra afirma ser una empresa de tecnología que ayuda a personas y organizaciones a distinguir entre realidad y ficción en línea mediante la promoción de la alfabetización mediática. Un análisis exhaustivo de la historia, las figuras clave y actividades de Cyabra sugiere que intenta manipular la opinión pública en beneficio del Estado de Israel. La verdadera educación crítica sobre los medios comenzaría arrojando luz sobre los grupos de verificación de datos vinculados al Estado y enseñando a las personas a ser muy escépticas ante cualquier empresa de gran presupuesto que se ofrezca a pensar por ellos, especialmente aquellas que en sus juntas directivas tienen a antiguos jefes de la inteligencia israelí y directores de la CIA.
Alan MacLeod https://www.mintpressnews.com/gaza-to-google-cyabra-war-pro-palestine-advocacy/287487/