La organización “Privacy International”, que se dedica a defender el derecho fundamental a la intimidad, uno de los más básicos, ha elaborado un detallado informe sobre los pasaportes inmunitarios que pretenden introducir con el pretexto de la pandemia (*).
En cualquiera de sus denominaciones, los pasaportes inmunitarios, dice la organización, son un ataque a los derechos fundamentales y, como tantas otras cosas de esta pandemia, no resuelven ninguno de los problemas que pretende abordar, ni siquiera un supuesto contagio. Genera “exclusión, explotación y discriminación”, afirma.
Este tipo de certificados atentan contra el derecho a la intimidad, el secreto médico y la igualdad de todos.
“Los riesgos sociales de los pasaportes de inmunidad son importantes: sirven como canal de discriminación y exclusión, especialmente si el poder de acceso a ellos recae en los empresarios o la policía”, añade el informe.
Actualmente se desconoce la naturaleza de la información que contendría un pasaporte de inmunidad, pero los que se consideran inmunes al virus tendrían una especie de certificado que les otorgaría “privilegios” que los demás no tendrían.
Por más que los lameculos se empeñen en afirmar lo contrario, “no existe una base científica para esta medida, como ha señalado la OMS”. Su impulso procede de importantes grupos monopolistas, asociados en el holding ID2020, del que forman parte Microsoft, Accenture, la Fundación Rockefeller, la Alianza para la Vacuna Gavi, empresas informáticas, de biometría y de análisis genómico.
Tampoco esto es nuevo, ni consecuencia de la pandemia. Cuando era Primer Ministro británico, Tony Blair pasó años intentando imponer un registro de identidad, pero fracasó. El Instituto Tony Blair para el Cambio Mundial ha continuado presionando sobre este asunto, tomando una de las posiciones más extremas sobre los pasaportes de inmunidad. Sostiene que se debe establecer una identidad digital antes de la elaboración de tests de coronavirus. Esto significa que las personas podrían obtener la acreditación porque dieron positivo en las pruebas del virus, en lugar de porque tienen un nivel específico de anticuerpos que podrían crear una respuesta inmunológica.
Afortundamente el plan se está enfrentando a otras potencias industriales que se oponen. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), no apoya los pasaportes de inmunidad sobre la base de las actuales pruebas clínicas. Sin embargo, en su informe sobre el “resurgimiento de la aviación” también afirma que “los pasaportes de inmunidad podrían desempeñar un papel importante en la estimulación de la resistencia a las enfermedades infecciosas”, lo cual es falso.
(*) https://privacyinternational.org/long-read/4074/looming-disaster-immunity-passports-and-digital-identity
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– Dossier coronavirus