La Comisión Especial de Investigación creada en mayo por el gobierno de la República Centroafricana a raíz de los informes que documentan los crímenes cometidos por los rebeldes, el ejército y los mercenarios rusos, acaba de publicar sus conclusiones.
En un informe resumido de pocas páginas, los investigadores atribuyen la mayoría de los abusos a los rebeldes, pero también reconocen, por primera vez, la responsabilidad de los soldados del ejército regular, así como de los mercenarios rusos que luchan junto a ellos.
De un centenar de casos de abusos en los que están implicadas las fuerzas progubernamentales y documentados por la ONU, más de 80 están probados, según la comisión. Estos abusos incluyen asesinatos, detenciones, confinamiento arbitrario, tortura, ocupación de edificios públicos, escuelas, hospitales, lugares de culto y obstrucción de la ayuda humanitaria.
El ministro de Justicia, Arnaud Djoubaye Abazène, presentó los resultados: “Se constató que de los 103 incidentes, la mayoría son atribuibles a los rebeldes del CPC. En cuanto a la Faca, algunos de ellos ya están siendo procesados ante los tribunales ordinarios y serán juzgados durante las próximas sesiones penales por haber perpetrado toda una serie de crímenes de guerra y de lesa humanidad. Otros casos más graves se remitirán al Tribunal Penal Especial (TCE) o al Tribunal Penal Internacional (CPI)”.
Por primera vez se menciona la responsabilidad de mercenarios rusos: “De los incidentes probados, algunos son atribuibles a instructores rusos que apoyan a la Faca [ejército regular] en la lucha contra elementos del CPC”, que son las milicias en armas.
Los delitos atribuidos a las fuerzas de apoyo, en particular a los instructores rusos, están siendo documentados para ser remitidos a los tribunales de su país. El ministro se congratula de que los instructores rusos ya hayan sido repatriados para ser juzgados en su país.
Por el momento, el informe completo sigue siendo confidencial y el ministro ha dado instrucciones al Fiscal General para que siga investigando.
En la República Centroafricana operan unos 170 instructores y mercenarios de Wagner. La entrega de armas a los soldados del ejército regular fue admitida por el Consejo de Seguridad de la ONU y el presidente Faustin Archange Touadera eligió al ruso Valerii Sajarov como asesor de seguridad.
La empresa rusa de mercenarios Wagner fue creada por Dmitri Utkin, un antiguo oficial del GRU, la inteligencia militar rusa. Participó en la Guerra de Siria junto al ejército ruso y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos le acusa de intervenir también en la del Donbas.
También hay unos cien mercenarios de Wagner en Venezuela que, fundamentalmente, ejercen de guardaespaldas de Maduro. Su presencia ha sido igualmente detectada en Libia, junto a Jalifa Haftar, y en Sudán, donde también apoyan al gobierno.
La empresa está financiada por Yevgeny Prigozhin, propietario de una cadena de restaurantes en Rusia.
En Rusia las empresas militares privadas están prohibidas por ley, de manera que Wagner y otras sociedades rusas de mercenarios están formalmente constituidas en paraísos fiscales.