La intoxicación mediática comienza a ser objeto de estudio por las universidades, como la de Maguncia, en Alemania, que ha publicado un estudio sobre la cobertura informativa de la Guerra de Ucrania. Desde el 24 de febrero, concluye el estudio, los medios de comunicación han desempeñado un papel fundamental en la oposición a una solución negociada, con la publicación casi general de contenidos sesgados, antirrusos y favorables a la continuación de las hostilidades.
Los investigadores analizaron la información en lengua alemana sobre la guerra entre el 24 de febrero y el 31 de mayo, evaluando el contenido de unos 4.300 artículos distintos publicados por los ocho principales periódicos y cadenas de televisión del país: FAZ, Suddeutsche Zeitung, Bild, Spiegel, Zeit, ARD Tagesschau, ZDF Today y RTL Aktuell.
Ucrania fue retratada positivamente en el 64 por cien de las noticias y Zelensky en el 67 por cien. En cambio Rusia fue retratada “casi exclusivamente de forma negativa” el 88 por cien de las veces y Putin el 96 por cien. Casi todas las informaciones, el 93 por cien en total, atribuyeron la culpa exclusiva de la guerra a Putin o a Rusia. Occidente sólo fue nombrado “corresponsable” en el 4 por cien de los casos, y Ucrania aún menos, con un 2 por cien.
La opinión de Rusia sobre el conflicto sólo se mencionó en el 10 por cien de las informaciones, menos que la de cualquier otro país, incluidos los vecinos de Moscú. Dos partidos, AfD (Alternativa por Alemania) y Die Linke (La Izquierda), que se oponen a armar a Ucrania y a prolongar los combates, “no tuvieron prácticamente presencia en los medios de comunicación a la hora de informar sobre la guerra”. Los mensajes del gobierno y las declaraciones de los ministros dominaron por completo, recibiendo el 80 por cien de la cobertura mediática, más de cuatro veces la cifra correspondiente a los partidos de la oposición.
En los debates de los medios de comunicación sobre las “medidas con más probabilidades de poner fin a la guerra”, las sanciones económicas contra Rusia fueron “con diferencia las más mencionadas” y aprobadas en el 66 por cien de los casos. Las medidas diplomáticas se mencionaron “con mucha menos frecuencia”, mientras que las “medidas humanitarias” se mencionaron incluso con menos regularidad.
En total, el 74 por cien de las informaciones describen el apoyo militar a Ucrania de forma “extremadamente positiva”. La entrega de armamento pesado se aprobó “con algo menos de claridad, pero aún se considera en gran medida razonable”, con un 66 por cien “abrumadoramente a favor”. Menos de la mitad, el 43 por cien, opinó que las negociaciones diplomáticas serían útiles, y esto se debió en gran medida a las informaciones de “Der Spiegel” que señalaban claramente a la diplomacia como la opción más sensata para Berlín “con diferencia”.
“Der Spiegel” fue el único medio de comunicación analizado que valoró más positivamente las negociaciones diplomáticas que la entrega de armamento pesado. concluye el estudio, que identificó un área en el que la cobertura mediática “definitivamente no era progubernamental”. En contadas ocasiones, el canciller Olaf Scholz y su coalición de gobierno fueron duramente criticados “por vacilar a la hora de inundar Ucrania con armamento pesado” por todos los medios de comunicación excepto “Der Spiegel”.
“No todos los miembros del gobierno se vieron igualmente afectados por las críticas”, constata el estudio. Aunque los que escaparon a la censura no figuran en la lista, es probable que sean representantes de partidos de la coalición gubernamental, como Los Verdes, que exigieron a Berlín que inundara Kiev de armas desde el primer día.
El estudio arroja una visión inquietante. Todos los medios de comunicación alemanes se han alineado en favor de la guerra y la escalada militar contra Rusia. Mientras tanto, la consideración de políticas alternativas, como el apoyo a un acuerdo diplomático o instar a Ucrania a entablar negociaciones productivas para poner fin a los combates lo antes posible, estuvo casi totalmente ausente -si no desapareció por completo- de cualquier información o análisis de las noticias.
Los periodistas se encuentran entre los grupos de presión más agresivos en favor de la guerra. Alemania es sólo un país, y una investigación similar de la cobertura mediática del conflicto en cualquier Estado occidental llevaría a conclusiones parecidas. En muchos casos, los resultados podrían ser aún más drásticos, en términos de imagen unilateral y favorable a la guerra que la prensa ofrece, así como la ausencia de puntos de vista opuestos y favorables a la diplomacia.
Reino Unido y Estados Unidos son los dos países que más están presionando para que estalle una guerra contra Rusia. Kiev y Moscú llegaron a un acuerdo provisional negociado a principios de abril, según el cual Rusia se retiraba a sus posiciones anteriores al 24 de febrero y Ucrania prometía no solicitar el ingreso en la OTAN a cambio de garantías de seguridad por parte de una serie de países.
Entre el 24 de febrero y el 31 de mayo apenas había informaciones sobre la influencia de la guerra en Alemania, que la energía iba a escasear o que la inflación se iba a disparar. Ese tipo de noticias nunca superó el 15 por cien. Sólo recientemente los medios de comunicación del país han empezado a reconocer el daño de la guerra para la propia población alemana.