El retroceso de los glaciares alpinos se considera una prueba irrefutable del calentamiento atmosférico. Es casi un emblema: el calor derrite el hielo. Por lo demás, un método lineal, metafísico, de pensamiento da por supuesto que los Alpes siempre han estado cubiertos, como ahora, por un manto de nieve y hielo.
Sin embargo, aún aceptando que el planeta experimenta un aumento de las temperaturas ambientales, el retroceso de los glaciares alpinos comenzó antes del calentamiento que habitualmente se imputa a la revolución industrial.
En los últimos 20 años se han realizado varios estudios sobre los glaciares alpinos, centrados principalmente en el análisis de los sedimentos transportados por el glaciar, que proporcionan información sobre la naturaleza geológica del terreno y los restos biológicos.
No siempre ha habido hielo y glaciares en los Alpes. En los últimos 10.000 años, la mayor parte del tiempo las cumbres han tenido menos superficie helada que en la actualidad, como ha demostrado Christian Schlüchter, profesor de geología de la Universidad de Berna, tanto por las vías académicas convencionales (1), como en amenas charlas que se pueden seguir en Youtube (2).
Pero si en los Alpes la superficie de hielo no permanece estable a lo largo del tiempo, ocurre lo mismo con las temperaturas, que han cambiado independientemente de las emisiones más recientes de CO2 a la atmósfera, causadas por la industria.
Cuando un glaciar se retira, es como un destape: deja al descubierto toda clase de sedimentos geológicos y biológicos que, al ser sometidos a análisis con el carbono 14, permiten averiguar su antigüedad. De esa manera se sabe que tiempo atrás, en los Alpes los glaciares tenían la misma longitud aproximada que ahora. Por ejemplo, hace 2.000 años, en la época del Imperio Romano, en los Alpes lo que había eran bosques, no hielo.
Esto ya se sabía, entre otras cosas por las crónicas históricas de aquella época. También se sabía porque se habían encontrado sedimentos en las morrenas laterales de los glaciares. Schlüchter los ha encontrado, además, en las morrenas frontales, enterradas a causa de los avances y retrocesos del glaciar. Los hallazgos no corresponden sólo a un único glaciar, sino a todos los que se han analizado.
Desde el final de la última glaciación, esto es, en los últimos 10.000 años, los glaciares alpinos han experimentado varios periodos de avance y retroceso en periodos que van de siglos a milenios.
No se conoce la causa del deshielo de los glaciares en determinadas épocas y su avance en otras. No cabe duda de que la temperatura es uno de los factores, pero no el único. También influyen las precipitaciones, la humedad y los vientos. Schlüchter sostiene que, probablemente, la temperatura es la causa principal de las oscilaciones de los glaciares alpinos. También estima que en determinadas épocas del pasado la temperatura era entre 1 y 1,5 grados superior a la actual.
No obstante, se sabe que los periodos de menos hielo en los Alpes coinciden con periodos de intensa actividad solar.
Finalmente, también parece evidente que los avances y retrocesos de los glaciares alpinos son fenómenos naturales que no tienen relación con la actividad industrial del ser humano.
(1) https://archiv.ethlife.ethz.ch/articles/tages/gruenealpen.html
(2) https://www.youtube.com/watch?v=EMZmASkmmTg https://www.youtube.com/watch?v=7InP45jLsCU