Con la Guerra de Ucrania los drones se han convertido en la última pesadilla de la intoxicación mediática. Los expertos de pacotilla y los charlatanes tertulianos se preocupan porque los drones que utiliza Rusia son de fabricación iraní.
Los drones también preocupan, sean iraníes o no, como ha explicado el general británico James Martin, el comandante que dirige los ejercicios de la OTAN en Europa. “La proliferación de drones significa que Occidente ya no puede confiar en el control de los cielos en la guerra”, ha comentado públicamente (*).
“Ya no podemos afirmar que controlamos el espacio aéreo. Ya no podemos sentir que seguimos teniendo la superioridad aérea o el control aéreo en Oriente Medio como antes”, dijo el general.
Actualmente Martin supervisa las mayores maniobras del ejército de la OTAN y subrayó al periódico que “la única forma de hacer frente a esta amenaza es camuflar y ocultar el movimiento de las fuerzas militares”.
“La proliferación de estos drones baratos ha hecho posible que cualquiera y todos se beneficien de la vigilancia y el control aéreos en la guerra moderna”, añadió.
“Las fuerzas de la OTAN tienen ventanas de oportunidad limitadas para hacer lo que quieren”, asegura. “En Irak y Afganistán, no tuvimos que preocuparnos por estos drones… porque nuestros adversarios no tenían la capacidad de hacer nada al respecto. Ahora nuestro adversario tiene drones”.
Los drones han sido un avance importante en las guerras recientes y han afectado en gran medida a sus resultados, ya que los drones militares desempeñaron un papel importante en la guerra entre Armenia y Azerbaiyán, así como en la guerra de Ucrania.
La semana pasada, el Ministerio de Defensa ruso anunció la destrucción de decenas de objetivos militares e infraestructuras sensibles en Ucrania mediante drones de combate suicidas, con vídeos que mostraban el fracaso de las defensas aéreas ucranianas a la hora de derribarlos, así como el éxito de estos en la destrucción de objetivos a cientos de kilómetros de la línea del frente.
En particular, los drones iraníes son un quebradero de cabeza, para Ucrania, pero especialmente para Israel, sobre todo porque Hezbollah también dispone de ellos. El periódico israelí Jerusalem Post dice que “el uso de drones iraníes por parte de Rusia en Ucrania va en aumento”, y subrayó que “la amenaza debe tomarse en serio, no sólo en Oriente Medio o en Ucrania, sino también a escala mundial”.
El martes, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmitry Kuleba, anunció que su país “solicitará oficialmente a Israel que le proporcione sistemas de defensa aérea ante la gran destrucción causada por los drones iraníes en las infraestructuras civiles de Ucrania”, y se informó de que los países de la OTAN pretendían entregar los sistemas Iris-T y Nasams llegarán pronto a Kiev para contrarrestar la amenaza de los drones.
En los últimos días, la prensa intoxicadora insiste sobre el peligro de los drones militares y ha pasado revista a sus formas y tipos, centrándose en los drones rusos e iraníes.
La prensa y el ejército israelíes han comentado del peligro de los drones de Hezbollah, especialmente tras el incidente del dron de Karish. Los informes israelíes han revelado que “la resistencia libanesa tiene unos 2.000 drones militares de varios tipos”.
(*) https://www.telegraph.co.uk/news/2022/10/19/dont-assume-air-superiority-new-era-drones-admits-british-nato/