La crisis energética que sacude a Europa y Reino Unido, ha llegado también a China, donde 100 millones de personas que viven en tres provincias del norte ha padecido cortes de suministro sin previo aviso.
Los habitantes de Liaoning, Jilin y Heilongjiang se quejan en las redes sociales de la falta de calefacción y de que los ascensores y los semáforos no funcionan.
La escasez de suministro, que inicialmente afectó a las fábricas, se extendió a las viviendas. En el último año el precio del carbón se ha duplicado y, además, hay escasez de suministro.
Casi la mitad de la actividad industrial de China se ha visto afectada por la escasez de energía. Muchas fábricas han tenido que detener la producción en las últimas semanas. Una empresa eléctrica dijo que esperaba que los cortes de energía duraran hasta la primavera del próximo año, y que los cortes inesperados se convertirían en la “nueva normalidad” de China. Sin embargo, la publicación fue eliminada de internet poco después.
Si las fábricas chinas detienen la producción, el mercado mundial se va a resentir aún más, provocando una carestía que ya ha aparecido en Reino Unido y Australia. Las interrupciones de la producción en las fábricas chinas dificultarán que muchas tiendas en occidente reabastezcan sus estanterías vacías y podrían contribuir a desatar una ola inflacionista aún mayor.
En la ciudad de Dongguan, un importante centro de fabricación cerca de Hong Kong, una fábrica de zapatos que emplea a 300 trabajadores alquiló un generador la semana pasada por 10.000 dólares mensuales para que la producción pudiera continuar. Entre los costos de alquiler y el combustible para alimentarlo, la electricidad ahora es dos veces más cara que cuando la fábrica estaba enganchada a la red eléctrica. “Este año es el peor desde que abrimos la fábrica hace casi 20 años”, dijo Jack Tang, gerente de la fábrica.
En la provincia de Liaoning, una fábrica donde los ventiladores dejaron de funcionar repentinamente tuvo que enviar a 23 trabajadores al hospital con intoxicación por monóxido de carbono.
Otros fueron trasladados al hospital después de usar estufas en habitaciones mal ventiladas para calefacción, y de personas que vivían en edificios de gran altura que tuvieron que subir y bajar docenas de tramos de escaleras porque sus ascensores no funcionaban. Algunas estaciones de bombeo municipales se han cerrado, lo que llevó a una ciudad a instar a los vecinos a almacenar agua adicional durante los próximos meses, aunque luego retiró la advertencia.
Un vídeo muestra a los automóviles que circulaban por un lado de una autopista transitada en Shenyang en completa oscuridad, mientras los semáforos y las luces de las calles estaban apagadas. Las autoridades de la ciudad dijeron al “Beijing News” que había una escasez masiva de enegía.
Las publicaciones en las redes sociales de la región afectada afirman que la situación e similar en la vecina Corea del Norte.
El gobierno provincial de Jilin dijo que se estaban haciendo esfuerzos para obtener más carbón de la Mongolia Interior para abordar la escasez de carbón.
Dos tercios de la electricidad de China proviene de la quema de carbón, que el gobierno de Pekín está tratando de frenar para los Juegos Olímpicos de Invierno del próximo mes de febrero y no quiere que en las televisión del mundo entero aparezca la contaminación atmosférica de la capital.
El gobierno mantiene bajos los precios de la electricidad, particularmente en áreas residenciales, y a pesar del aumento de los precios, el consumo ha aumentado.
Enfrentados a perder más dinero por cada tonelada adicional de carbón que queman, algunas centrales eléctricas han cerrado por mantenimiento en las últimas semanas, diciendo que esto era necesario por razones de seguridad. Muchas otras plantas de energía han estado operando por debajo de su capacidad y no quieren aumentar la generación porque supondría perder más dinero.
El aumento del precio del carbón llevó al Consejo de Electricidad de China a publicar una declaración que decía que “para garantizar el suministro de carbón en el invierno, las empresas eléctricas continúan aumentando las compras en el mercado independientemente del costo y de las pérdidas”.
En mi opinión se trata de dos fenómenos económicos diferentes.
1-En el caso de EEUU y satélites, la crisis de superproducción capitalista obstaculiza el trabajo, la producción y esto lleva a una pérdida de valor del dinero, que se manifiesta como inflación. Resumido: se producen menos bienes y el dinero se desvaloriza. En conjunto, se consumen menos cantidades bienes; ahora bien, si uno de los bienes se sigue consumiendo en cantidades cuantitativas más o menos constantes, tomará una fracción relativa mayor de la renta, lo que explica el aumento descomunal del precio del petróleo en la crisis de superproducción capitalista de 1973: el consumo de carne cayó muchísimo mientras el consumo de gasolina se mantuvo más o menos constante.
2-En el caso de la RPCh, es un caso de desabastecimiento de materias primas, porque se ha cortado la importación de carbón de Australia, que era el segundo proveedor de carbón de China, donde el 70% de la producción de energía es de centrales térmicas.
Pueden superarlo porque se puede importar carbón de Mongolia y de la Federación Rusa, por otro lado ya está preparada la primera central nuclear experimental que funciona con Torio en lugar de Uranio, y esto puede ser una revolución por ser un recurso más accesible, si bien llevará tiempo implantarlo. En energía eólica y solar están avanzando mucho. La falta de materias primas, a la larga, estimula la producción de las mismas, la búsqueda de procedimientos alternativos, etc.