Ante el regreso de Trump, los grandes monopolios agachan la cabeza en señal de sumisión. Le ocurrió a Facebook, que ha cambiado sus normas de censura, y ahora le sigue BlackRock, el mayor fondo buitre del mundo.
El jueves de la semana pasada anunció que abandona la iniciativa Net Zero Asset Managers, que es una alianza de los especuladores que defienden las políticas verdes. Dado que dos tercios de sus clientes en el mundo se habían comprometido a reducir sus emisiones de CO2, parecía lógico unirse a alianzas seudoecologistas de ese tipo.
“Sin embargo, nuestra incorporación a algunas de esas organizaciones ha causado confusión sobre las prácticas de BlackRock y nos ha sometido a investigaciones legales de varios dirigentes del gobierno”, dicen ahora los buitres al anunciar la deserción.
“Pero no va a cambiar la forma en que desarrollamos productos y soluciones para nuestros clientes, ni cómo gestionamos sus carteras”, añade BlackRock. Los especuladores “seguirán evaluando los riesgos materiales relacionados con el clima”.
La alianza Net Zero es un grupo de presión financiero creado para apoyar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, incluso mediante el voto por poder en las reuniones de las empresas. El grupo cuenta actualmente con más de 325 especuladores que gestionan más de 57,5 billones de dólares en acciones, según su sitio web.
Los principales prestamistas de Wall Street han estado alejando a los bancos de ese tipo de alianzas verdes en las últimas semanas, antes de que Trump se instale en la Casa Blanca y los republicanos tomen el control del Congreso. Si bien estas salidas no tienen un impacto directo en los préstamos o la compra de acciones, la participación de las empresas es un indicador de que las prioridades ambientales de los especuladores cambian con el viento, como las veletas.
Una especulación políticamente dirigida
En diciembre el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, encabezado por los republicanos, solicitó información a BlackRock y a muchos otros especuladores que formaban parte de Net Zero.
Un mes antes esos buitres y otros similares fueron demandados por Texas y otros 10 estados encabezados por republicanos, que afirmaron que sus políticas habían reducido la producción de carbón y elevado los precios de la energía.
BlackRock niega haber actuado “mal” y ha dicho que las demandas “desalientan la inversión en empresas en las que confían los consumidores”.
La alianza Net Zero, creada en 2020 e impulsada por la ONU, se creó para promover las políticas verdes movilizando capitales para las nuevas fuentes de energía que llaman “renovables y limpias”, porque en una sociedad capitalista lo que realmente impulsa no son las manifestaciones populares, sino las cotizaciones bursátiles.
Hay otra característica básica de las sociedades capitalistas: el objetivo de las empresas es ganar dinero, y nada más. Los congresistas estadounidenses han reprochado a BlackRock una violación de las leyes antimonopolio, porque consideran que Net Zero es un cártel, exactamente igual que los que que agrupan a los traficantes de drogas.
Una empresa no debe “inmiscuirse en política”, dicen en la Cámara, lo cual significa que no pueden pretender cambiar las políticas ambientales, ni siquiera a través de la bolsa.
Por eso una declaración enviada por el presidente del Comité Judicial del Congreso, Jim Jordan, califica la salida de BlackRock del “cártel verde” como “una gran victoria para la libertad y la prosperidad estadounidenses”. Todas las instituciones financieras estadounidenses deberían seguir el ejemplo y abandonar los grupos de presión “limpios” y descarbonizadores.
Los que no sean empresas o no tengan por objeto ganar dinero, pueden especular con las acciones y titulos que más les guste, e incluso pueden crear fondos de inversión “políticos”, pero su papel no es decir la mejor manera de “invertir bien” para ser respetuoso con el medio ambiente y el clima.
El mejor ejemplo de ello es el banco JP Morgan, que no acepta retirarse de el cártel climático. Las apuestas especulan con el tiempo que será capaz de resistir porque llega Trump con un plan para perseguir y multar a los buitres que se imiscuyan en “la política”, o sea, en la política de Trump y de lo que Trump representa en Estados Unidos.