Hace años que la sanidad está invadida por las empresas privadas, e incuso fondos buitre, que han convertido la salud en un negocio muy rentable. No se trata sólo de las farmacéuticas, sino de las empresas de seguros médicos, los hospitales y los asilos, entre otros.
Los asilos van camino de convertirse en una inversión de primera línea, según han señalado los ponentes en el webinar celebrado por Esade Alumni bajo el nombre “Inversión en residencias de mayores: cuánto cómo y dónde” (*).
“En Estados Unidos hay 18 socimis [fondos de inversión inmobiliarios] especializados en salud, con más 240.000 millones de dólares invertidos en el mercado estadounidense”, ha señalado Jorge Guarner, presidente ejecutivo de Healthcare Activos, empresa española especializada en activos inmobiliarios vinculados con el sector sanitario, incluyendo hospitales, clínicas y residencias de la tercera edad.
“En Europa las socimis cuentan con carteras más diversificadas, pero en ocho o diez años contaremos con sociedades de inversión inmobiliaria especializadas en este sector”, añade Guarner. Aun así, el convertirse en el centro de la inversión no provocará el cese de su valor como activo alternativo. “Es un activo útil para diversificar, y esa es una necesidad que no va a decaer en el futuro”, señala Jordi Fabregar, profesor de finanzas de Esade.
Consecuencia de la evolución que están registrando es la caída de la rentabilidad. Según Andreu Huguet, director de negocio de la operadora de asilos DomusVi, las rentabilidades han caído un punto en el último año, pasando del 5,5 al 4,5 por ciento.
“Esta caída se debe a que los inversores se han dado cuenta que con un operador especializado la seguridad de cobrar la renta es muy alta”, añade el directivo. Además, apunta que para que la inversión sea rentable el alquiler del espacio no debe superar el 20 por ciento de la facturación y no debería ser superior al Ebitdar, es decir para los beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización.
Aun con la atracción de los inversores, Cinta Pascual, presidenta de la Asociación Catalana de Recursos Asistenciales (Acra), ha remarcado que muchos asilos están atravesando momentos de tensión con la pandemia, con un 25 por ciento de camas vacías. En este sentido, Guarner ha remarcado la necesidad de subir los sueldos de los profesionales sanitarios que trabajan en los asilos, para con ello atraer talento al sector.
Ante el interrogante de cómo deben diseñarse los nuevos asilos de personas para la tercera edad, Guarner sostiene que deben contar con un mínimo de cien plazas para que sean rentables y de calidad. “Debemos contar con módulos especializados e independientes que permitan una atención personalizada, pero en grandes residencias que tengan varios perfiles profesionales cualificados”, agrega.
(*) https://www.plantadoce.com/entorno/las-residencias-de-ancianos-de-alternativo-a-puntal-yields-a-la-baja-e-inversion-especializada.html