Estados Unidos se encuentra actualmente en una situación crítica en lo que respecta a la producción de munición, en particular de obuses de 155 milímetros. La Planta de Municiones del Ejército de Scranton está a la vanguardia de un plan multimillonario para modernizar y acelerar la producción de municiones con el fin de apoyar a Ucrania en su guerra contra el ejército ruso.
Sin embargo, esta guerra ha revelado que los arsenales estadounidenses y los de los aliados europeos no están preparados para soportar una guerra terrestre convencional de gran envergadura. Los planificadores militares estadounidenses están alarmados por la disminución de los suministros y el ejército planea gastar miles de millones en fábricas de munición en todo el país para aumentar la producción.
Estados Unidos ha suministrado a Ucrania material militar por valor de más de 35.000 millones de dólares, incluidos proyectiles de 155 milímetros, esenciales para alcanzar objetivos rusos situados a una distancia de hasta 32 kilómetros. Sin embargo, las actuales tasas de producción no pueden reponer las reservas estadounidenses ni mantener el ritmo de uso en Ucrania, donde el ejército ucraniano dispara entre 6.000 y 8.000 proyectiles al día. En otras palabras, el equivalente a dos días de proyectiles disparados por Ucrania equivale a la cifra de producción mensual estadounidense anterior a la guerra.
Estados Unidos y sus aliados están obligados a revisar sus estrategias de defensa e invertir en mejorar su capacidad si pretenden librar guerras de alta intensidad. La Guerra de Ucrania subraya la necesidad de que estos países aceleren la modernización de sus fábricas de municiones y refuercen su preparación para grandes guerras con países como China y Rusia.
—https://www.independent.co.uk/news/us-army-ap-ukraine-one-kyiv-b2325090.html