Cartel anunciando una obra de Gorki |
La exposición del CFA incluye las Ventanas Rosta (carteles de propaganda) de Vladimir Mayakovski y de Mijail Tcheremnyj, la obra de El Lissitski, de Amshei Nurenberg, de Alexander Rodtchenko, de Abram Chterenberg y de los diplomados en la escuela Vjutemas. Los pintores alemanes contemporáneos dialogan en la galería con los vanguardistas rusos.
Sus obras remiten al suprematismo, al constructivismo, a la propaganda, y muestran que las ideas inspiradas por la revolución siguen siendo hoy actuales. La exposición, que saca a la luz lo que aquella época aportó al arte europeo, permanecerá hasta el 4 de marzo. Hasta el 12 del mismo mes también será posible visitar la exposición “Impulso revolucionario: el ascenso de la vanguardia rusa” en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Esta exposición cubre el período entre 1912 y 1935, y evoca la apertura de caminos artísticos en todos los campos: pintura, escultura, prensa, diseño, cine, fotografía, arquitectura y literatura. Las principales figuran coinciden con la cabeza de cartel de la exposición en Berlín, pero a la obra de Mayakovski, de Lissitski y de Rodtchenko se añade la de Alexandra Exter, Natalia Gontcharova, Kazimir Malevitch, Liubov Popova, Olga Rozanova y Dziga Vertov.
Incluyendo a los museos de arte contemporáneo, este año las instituciones más tradicionales vuelven la mirada hacia el fenómeno de la revolución. La filial del Hermitage en Amsterdam ha organizado la exposición “1917. Los Romanov y la revolución”, sobre el destino de la última dinastía que reinó sobre el Imperio ruso.
Entre los objetos expuestos se encuentra documentos de archivo, fotos, retratos, objetos personales y diarios de Nicolás II y de su esposa Alexandra Fedorovna, así como dibujos de sus hijos y la obra del célebre joyero Fabergé creada para el monarca. A partir del 11 de febrero, Londres estará en el centro de la agenda revolucionaria: la Academia Real de Bellas Artes, en colaboración con la galería Tretiakov de Moscú presentará el proyecto “Revolución: el arte ruso de 1917 a 1932”. Contando con los maestros de la colección de la Academia, la galería moscovita hará llegar a la capital británica los mejores trabajos de Kandinsky, Malevitch y Chagall.
Junto con pinturas, esculturas, fotografías y carteles, la exposición presentará objetos de la vida cotidiana, como vales de racionamiento soviético de porcelana. Los visitantes podrán también experimentar la atmósfera de los primeros años posrevolucionarios visitando un apartamento colectivo reconstruido. Esa exposición durará hasta el 27 de abril. Y también en abril, la Biblioteca británica abrirá la exposición “Revolución rusa: esperanza, tragedia y mitos”. Las organizaciones focalizarán la atención sobre el ciudadano corriente y la forma en que su vida cambió en el torrente de acontecimientos revolucionarios. Los principales objetos expuestos serán cartas, principalmente de la correspondencia de Vladimir Lenin, quien visitó en numerosas ocasiones esta biblioteca durante su residencia en Londres.