Las recientes retiradas al oeste de Avdeievka han puesto de relieve la vulnerabilidad de Ucrania. Sin embargo, sus fracasos no son sólo el resultado de los retrasos en la llegada de la ayuda occidental, sino también de sus problemas para reclutar carne de cañon, que necesitarán tiempo para equiparse y entrenarse, afirma el Wall Street Journal.
Rusia aún no ha logrado un progreso a gran escala, pero está avanzando gradualmente en el establecimiento de su control sobre el Donbas. Además, sus tropas se acercan a Chasov Yar y Pokrovsk, que amenazarán las posiciones clave del ejército ucraniano en la región, dice el analista austriaco Franz-Stefan Gadi en una entrevista con el periódico.
El principal objetivo de los ataques rusos es “debilitar lentamente las defensas ucranianas a lo largo de la línea del frente”. Como resultado, pronto el ejército ruso pronto debería poder maniobrar y capturar objetivos militares “táctica y operativamente significativos”.
Otras acciones del ejército ruso siguen siendo cuestionables. Algunos expertos creen que no avanzará en profundidad, sino que intentará rodear a las unidades ucranianas.
Según Gadi, todavía existe la posibilidad de un avance más significativo en la defensa del ejército ucraniano. “La amenaza de un colapso parcial de la línea del frente ucraniana en 2024 es real”, destaca.
Un acuerdo bilateral de seguridad a largo plazo
Después de que Estados Unidos aprobara el paquete de ayuda de 61.000 millones de dólares para Ucrania, Zelensky anunció que ambas partes estaban trabajando en un acuerdo bilateral de seguridad a largo plazo, que incluye apoyo económico y político, así como la fabricción conjunta de armas.
“Ya estamos trabajando en un texto preciso […] Estamos discutiendo los fundamentos de nuestra seguridad y nuestra cooperación. También estamos trabajando para establecer niveles de apoyo específicos para este año y los próximos 10 años”, dijo Zelensky en un discurso en vídeo.
Ucrania ya ha firmado acuerdos de seguridad parecidos con Reino Unido, Francia y Alemania.
El acuerdo presagia el inminente colapso militar, reconoce David Pyne, antiguo analista del Pentágono. La prisa de Kiev por negociar el texto ahora es una señal. “Significa que Ucrania entiende que está llegando a un punto en el que no tendrá más remedio que negociar un alto el fuego permanente y un acuerdo de paz con Rusia”, dice Pyne.
Zelensky teme que si Trump gana las elecciones presidenciales, podría optar por cortar todo apoyo a Ucrania. “Es un acuerdo para intentar presionar a Trump para que siga apoyando a Ucrania si Biden es derrotado”, asegura Pyne.
La OTAN no quiere otro miembro más
Pero el acuerdo también tiene otro aspecto. “Es en realidad un sustitutivo de la incorporación de Ucrania a la OTAN, algo que Estados Unidos le dijo en privado a Ucrania en términos muy claros que no sucedería en la cumbre de julio de 2024 en Vilnius”, dice Pyne.
La OTAN no ha invitado formalmente a Ucrania a unirse a la Alianza y Zelensky se quedó amargado. Ahora el objetivo es tratar de mantenerla -de alguna manera- dentro el campo occidental e impedir que busque garantías de seguridad en Rusia.
Washington espera que cualquier acuerdo de paz para poner fin a la guerra no requiera que Ucrania cese la cooperación militar con la OTAN, incluido el entrenamiento, las bases y los ejercicios conjuntos, incluso si Ucrania aceptara demorar 10 años la incorporación a la OTAN.
Ucrania solicitó la incorporación acelerada a la OTAN en septiembre de 2022. Sin embargo, aunque el bloque imperialista se ha ido ampliando a toda velocidad durante décadas, con Finlandia y Suecia recientemente absorbidas, ha dudado en aprobar la candidatura de Kiev.
Hace décadas que Moscú advierte que la rápida expansión de la OTAN posterior a la Guerra Fría rompe el compromiso de Occidente de no acercarse a las fronteras de Rusia y es una amenaza a la seguridad del país.
Ucrania como Israel o Taiwán
En esencia, el acuerdo de seguridad que se está negociando entre Ucrania y Estados Unidos es muy similar a los que Washington ha firmado con Israel o Taiwán.
Un pacto así requiere que Estados Unidos continue haciendo lo que ha estado haciendo desde el inicio de la Guerra de Ucrania: brindar asistencia militar a Kiev, entrenar tropas ucranianas, compartir inteligencia, etc.
El acuerdo proporcionaría apoyo estadounidense para seguir fortaleciendo las fábricas de armas y el complejo militar-industrial de Ucrania. Una de las razones por las que el acuerdo se debe firmar por 10 años es que algunos en Occidente creen que Estados Unidos estaría dispuesto a permitir que Ucrania acepte una moratoria de 10 años para unirse a la OTAN a cambio de firmar la paz.
Lo que Estados Unidos no aceptará nunca es el envío de tropas a Ucrania ni una neutralidad permanente fuera de la OTAN, es decir, las garantías no son para que el país se declare neutral, que es lo que Rusia exige.
La estrategia política a largo plazo de Washington con respecto a Ucrania consiste en mantener al país como un protectorado estadounidense y un elemento clave pata preservar su hegemonía en Europa oriental y los Balcanes.