Las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos operan en secreto en la mitad del continente africano con el terrorismo como pretexto y el acuerdo de los gobiernos anfitriones.
Los ciudadanos de cada uno de los países del Continente rara vez son informados del alcance de estas operaciones militares. Incluso la información más básica, como la ubicación y el alcance de los despliegues de tropas y los combates clandestinos se ocultan en toda África.
Los comandos estadounidenses, que incluyen a los SEAL de la Marina, los Boinas Verdes del Ejército y los “raiders” del Cuerpo de Marines, se han especializado en el combate contra la insurgencia, entre otras misiones.
El año pasado se desplegaron oficialmente fuerzas de Estados Unidos en 22 países africanos: Argelia, Botswana, Burkina Faso, Cabo Verde, Camerún, Chad, Costa de Marfil, Djibouti, Egipto, Etiopía, Ghana, Kenya, Libia, Madagascar, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal, Somalia, Tanzania y Túnez.
Representa una porción significativa de la actividad mundial de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos: el año pasado más del 14 por ciento de los comandos estadounidenses desplegados en el extranjero fueron enviados a África, el porcentaje más alto de cualquier región del mundo excepto Oriente Medio.
En 2017 las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos participaron en combates en 13 países africanos. El año pasado las tropas estadounidenses de élite seguían activas en 10 de esos países: Burkina Faso, Camerún, Chad, Kenia, Libia, Mali, Mauritania, Níger, Somalia y Túnez.
La huella militar de Estados Unidos en África es considerable. Hay 29 bases militares ubicadas en 15 países o territorios diferentes, con las mayores concentraciones en el Sahel y el Cuerno de África.
Las operaciones también son secretas. Su presencia en los países africanos rara vez se reconoce públicamente, ni por Estados Unidos ni por los países anfitriones; no se informa a los ciudadanos de la presencia o la acción de estas tropas de élite en su territorio.
El ejército estadounidense no sabe exactamente lo que sus fuerzas de élite están haciendo en cada país, aunque llevan mucho tiempo realizando misiones que van desde incursiones de comandos para capturar o matar, hasta misiones de entrenamiento.
Algunas operaciones se llevan a cabo bajo los auspicios de los llamados programas de la Sección 127, que llevan el nombre de una autoridad presupuestaria que permite a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos utilizar unidades militares locales como sustitutos en misiones “antiterroristas”.
En los últimos años Estados Unidos han llevado a cabo al menos ocho programas de la Sección 127 en África, la mayoría de ellos en Somalia. Esas actividades se llevaron a cabo bajo los nombres clave de Cazador en el exilio, Cazador Kodiak, Cazador de mangostas, Cazador de paladines y Cazador definitivo, y en ellas los comandos estadounidenses entrenaron y equiparon a tropas de Etiopía, Kenya, Somalia y Uganda en la lucha contra Al-Shabab.
Nunca antes se había revelado el número de misiones terrestres llevadas a cabo por los comandos estadounidenses en Somalia, pero los documentos de 449 Grupo Expedicionario la Fuerza Aérea de Estados Unidos, con sede en el Campamento Lemonnier de Yibuti, muestran que llevaron a cabo más de 200 misiones terrestres contra Al-Shabab entre 2017 y 2018.
No son cifras extraordinarias. Más o menos es el promedio anual de años anteriores.
Africom, el Mando continental del ejército de Estados Unidos, las designa como misiones AAA (Asesoramiento, Asistencia y Acompañamiento) (1), pero no se diferencian del combate armado. Por ejemplo, en 2017 durante una misión AAA, el SEAL de la Marina Kyle Milliken, un suboficial jefe de 38 años, murió y otros dos estadounidenses resultaron heridos durante una incursión en un campamento de Al-Shabab a unos 65 kilómetros al oeste de Mogadiscio, la capital de Somalia (2).
El Mando continental africano reconoció 70 misiones de este tipo en África oriental en 2018, 46 en 2019 y 7 a principios de junio de este año.
Otras operaciones especiales que seguían activas en la región en febrero de este año son “Oblique Pillar”, una operación que presta apoyo con helicópteros contratados privadamente a los SEAL de la Armada y a las unidades del Ejército Nacional de Somalia a las que asesoran; “Octave Anchor”, una operación psicológica sigilosa centrada en Somalia; y “Rainmaker”, una operación de inteligencia de señales altamente clasificada.
El noroeste de África es otro importante teatro de operaciones especiales de Estados Unidos. En 2017 el Califato Islámico tendió una emboscada a las tropas estadounidenses cerca de Tongo, en Níger, matando a cuatro soldados estadounidenses, dos de los cuales eran Boinas Verdes. Estas tropas formaban parte del Destacamento de la Fuerza de Tareas Alfa 3212 (3), una unidad de 11 hombres que trabajaba con una fuerza nigeriana bajo el nombre de “Juniper Shield” (4).
“Juniper Shield” es el principal despliegue del Pentágono en el noroeste de África, en el que participan 11 países: Argelia, Burkina Faso y Camerún, Chad, Malí, Marruecos, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal y Túnez, donde las Fuerzas de Operaciones Especiales entrenan, asesoran y acompañan a los ejércitos locales que llevan a cabo misiones contra grupos terroristas, incluyendo a Al Qaeda y sus afiliados, Boko Haram y Califato Islámico. El despliegue, según los documentos de Africom, está en marcha desde febrero de este año.
(1) https://www.govinfo.gov/content/pkg/CHRG-115shrg39567/html/CHRG-115shrg39567.htm
(2) https://www.nytimes.com/2017/05/09/world/africa/somalia-navy-seal-kyle-milliken.html
(3) https://www.nytimes.com/2018/03/19/world/africa/niger-ambush-defense-department-report.html
(4) http://www.thedrive.com/the-war-zone/14923/what-you-need-to-know-about-why-u-s-special-operations-forces-are-in-niger
Más información:
– 10 años de expansión militar del imperialismo en África
– El Pentágono extiende su presencia militar en África con el pretexto de la ‘lucha contra el terrorismo’
– Los bombardeos de la aviación estadounidense en Somalia son crímenes de guerra
– La base militar más grande que el Pentágono tiene en el extranjero está en el Sahel
– Túnez vende su suelo a Estados Unidos a cambio de material de guerra