Las exportaciones alemanas de armamento alcanzan un máximo

En los últimos años, Alemania ha sido acusada de tener una política demasiado restrictiva en materia de ventas de armas al extranjero. Las ventas de armas es otro mercado que tiene poco que ver con el libre comercio. Si un sistema de armas incluye componentes de fabricación alemana, el gobierno de Berlín bloquea la contratación, como se vio recientemente con los 48 aviones de combate Eurofighter que Arabia Saudita planeaba adquirir a Reino Unido.

El acuerdo de coalición gubernamental alcanzado en octubre de 2021 por los socialdemócratas (SPD), los liberales (FDP) y los Verdes, habla de endurecer aún más las normas sobre la exportación de material militar, incluso a escala europea.

Sin embargo, la coalición de gobierno que encabeza el canciller Olaf Scholz tuvo que dar marcha atrás en aquel asunto debido a la Guerra de Ucrania. Además, Alemania nunca ha vendido tantas armas como ahora. En 2023 Berlín aprobó licencias de exportación de armas por un valor récord de 12.200 millones de euros.

El récord se batió el año pasado, cuando el gobierno alemán autorizó licencias de exportación por un valor total de 13.300 millones de euros. Pero se trata de un aumento engañoso, ya que este resultado se debe en gran medida a la ayuda militar concedida por Berlín a Kiev, que representa unos 8.200 millones de euros. Le siguen Singapur (1.170 millones), Argelia (558,7 millones), Estados Unidos (298,5 millones), Turquía (230,8 millones) y la India (224 millones).

La presencia de Turquía entre los diez mayores clientes sigue a la decisión de Alemania de levantar las restricciones a las ventas de armas a ese país. En octubre el semanario Der Spiegel informó que Berlín se preparaba para dar luz verde a la venta de 100 misiles tierra-aire RAM Block 2B, 28 torpedos de largo alcance SeaHake y diversos equipos para los submarinos U209 de la Armada turca.

El Ministerio alemán de Economía explica en sus comunicaciones que antes de autorizar la venta de armas se tienen en cuenta consideraciones políticas y, además, también examinan los intereses estratégicos del país.

Si bien Berlín siempre ha favorecido las exportaciones a los países miembros de la Unión Europea y la OTAN, así como a los compinches de esas dos organizaciones, el año pasado las cosas empezaron a cambiar.

Entre los diez mayores clientes de la industria armamentística alemana, sólo un estado es miembro tanto de la Unión Europea como de la OTAN: la República Checa. Otros tres pertenecen sólo a la Alianza (Estados Unidos, Turquía y Reino Unido). Pero las anunciadas compras de tanques Leopard 2A8, por ejemplo, cambiarán inevitablemente este año la situación.

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