La Unión Europea tiene un déficit exterior sin precedentes desde la creación del euro

Europa es el mayor bloque económico del mundo y durante décadas tuvo una balanza comercial positiva. Tras la Guerra de Ucrania y la posterior crisis energética, el Viejo Continente se encuentra con un déficit exterior sin precedentes desde el paso al euro. Es uno de los símbolos de su decadencia.

No sólo la balanza energética de Europa ha entrado en números rojos. La balanza comercial del sector manufacturero se ha reducido casi a la mitad (1). Es alarmante. La Unión Europea tiene que reducir los precios de los hidrocarburos y aumentar las exportaciones.

El choque comercial alcanzó su punto máximo en agosto. El saldo positivo de la Unión Europea en el sector manufacturero se ha reducido casi a la mitad, no sólo a causa de la subida del precio de los hidrocarburos, sino también de las sanciones, que han reducido las exportaciones a Rusia.

Pero la crisis energética no es algo temporal, sino una tendencia a largo plazo. Ahora bien, si el déficit exterior se hace crónico, las empresas empezarán a emigrar a otros países y Europa se quedará sin industria.

El déficit comercial de la eurozona con el resto del mundo ascendió a 50.900 millones de euros en agosto, un máximo histórico (2). La cifra contrasta con el superávit de 2.800 millones de euros de hace sólo un año.

Mientras que el déficit comercial de toda la Unión Europea aumentó a 64.700 millones de euros.

La cuenta corriente de la zona del euro, es decir, la balanza de todos los intercambios de bienes y servicios, incluidas las transferencias monetarias, alcanzó los -26.320 millones de euros en agosto, debido principalmente al déficit comercial.

Se debe en gran medida a los altos precios de los hidrocarburos, que alcanzaron un récord de 350 euros/MWh en agosto. Desde entonces, los precios han bajado a 150 euros/MWh, pero siguen siendo varias veces superiores a los del año anterior.

Pero los problemas no se acaban aquí. Una balanza comercial negativa o un déficit por cuenta corriente reduce el tipo de cambio de las monedas fluctuantes que dependen de la demanda comercial: una menor demanda de las exportaciones de un país reduce la demanda de su moneda, debilitando su tipo de cambio frente a otras. Y a la inversa, una fuerte demanda extranjera de bienes fortalece la moneda.

La Unión Europea se ha metido en un buen atolladero.

(1) https://www.politico.eu/article/europe-trade-deficit-manufacturing-energy-prices
(2) https://ec.europa.eu/eurostat/documents/2995521/15131943/6-14102022-AP-EN.pdf

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