Según esa asociación, la Unión Europea subvenciona en Sudán la creación de 2 campos de retención así como el equipamiento y la formación de fuerzas de seguridad para limitar el flujo de migrantes africanos hacia Europa.
Pero esas subvenciones van principalmente a las Rapid Support Forces (RSF, o “Fuerzas de Apoyo Rápido”) conformadas con los ex miembros de las milicias Janjawid, fuertemente implicadas en los combates en Darfur.
La asociación estadounidense Enough, que goza de gran influencia en el Congo y Sudán, fue creada por miembros del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense alrededor de John Prendergast –consejero especial de la entonces consejera de seguridad nacional del presidente Barack Obama– y de Gayle Smith –directora de la USAID.
Aunque Sudán, país gobernado por la rama local de la Hermandad Musulmana desde el golpe de Estado del general Omar el-Bechir, es oficialmente enemigo de los occidentales, estos en realidad lo apoyan. A partir de 1992 y hasta 1996, Sudán acogió un equipo de la CIA que incluía a Osama ben Laden, precisamente en momentos en que Ben Laden organizó para la OTAN la “Legión Árabe” en Bosnia-Herzgovina.
Acusado de crimen contra la humanidad, el nombre del general Omar el-Bechir figura en una orden de arresto internacional de la Corte Penal Internacional desde 2008. Pero el general sigue moviéndose con total libertad y las milicias sudanesas han proporcionado numerosos yihadistas a las “primaveras árabes” en Libia y Siria.
El 75 por ciento del presupuesto nacional de Sudán está consagrado a los gastos de “defensa” y “seguridad”, mientras el conjunto de la actividad civil del país recibe sólo un 25 por ciento del presupuesto.