Después de años de silencio, los pueblos africanos ya no ocultan su odio hacia el colonialismo europeo, de nuevo y viejo cuño. Los medios de propaganda se hacen los sorprendidos y echan la culpa a los rusos: le han lavado el cerebro a los africanos.
No hace mucho un medio ponía el foco en los “griots”, especie de juglares o cuentacuentos subsaharianos que recitan historias y leyendas populares en las aldeas. Resulta que los rusos han convencido a los “griots” para enfrentar a los africanos con Europa.
Hoy Nathalie Yamb podría ser una nueva “griot” que asoma a las pantallas de los móviles para propagar a los cuatro vientos su protesta contra las políticas antiafricanas de Bruselas, que no ha tardado en reaccionar. El jueves el Consejo Europeo le prohibió la entrada en el “jardín”, acusando a la suizo-camerunesa de tener vínculos con empresas militares rusas.
De paso, “ha congelado sus activos financieros” en Europa, o sea, le ha robado el dinero, exactamente igual que a Rusia.
Por si no se habían dado cuenta, aquí los derechos y libertades desaparecieron hace tiempo. En Bruselas ya no admiten ni el más mínimo asomo de crítica y, si te descuidas, te roban la cartera.
En su canal de YouTube, no se muerde la lengua y, naturalmente, haciendo gala de la originalidad que reluce en Bruselas, la acusan de ser “prorrusa”. Ahora se han acordado de que en 2019 desempeñó un papel activo en la Cumbre Rusia-África de Sochi, difundiendo mensajes en favor del Kremlin.
La represión contra Yamb no es nueva. Desde 2022 tiene prohibida la entrada en territorio francés, lo que no le ha impedido continuar con sus denuncias.
Descubre más desde mpr21
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.