Las pruebas de coronavirus que, son muy poco fiables, se están utilizando para fabricar una segunda ola de la pandemia basada en nuevos “casos”, según el doctor Mike Yeadon, antiguo director científico de la multinacional farmacéutica Pfizer.
La mitad, por no decir “casi todas” las pruebas de coronavirus son falsos positivos, según Yeadon, quien fue vicepresidente de la multinacional durante 16 años. La unidad que dirigía era la que investigaba el asma y las enfermedades respiratorias. Tras dejar la farmacéutica fundó una empresa de biotecnología que fue adquirida por Novartis, otro gigante de la industria.
En una entrevista que concedió la semana pasada le preguntaron: “¿Estamos basando una política gubernamental, una política económica, una política de libertades civiles, en términos de limitar la gente a seis personas en una reunión… todo basado en, lo que podrían ser, datos completamente falsos sobre el coronavirus?”
Yeadon respondió afirmativamente con un simple “sí” (1).
“Sin los datos de las pruebas que se obtienen todo el tiempo en la televisión, se concluiría con razón que la pandemia ha terminado porque no ha sucedido nada importante. Por supuesto, la gente va al hospital a medida que se acerca la temporada de gripe de otoño… pero no hay evidencia científica de que sea probable una segunda ola”, añade Yeadon en la entrevista.
En un artículo publicado este mes, del que es coautor junto a dos de sus colegas, afirma que los datos correspondientes a Reino Unido, Suecia, Estados Unidos y el mundo en general muestran en todos los casos que las muertes aumentaron de marzo a mediados y finales de abril, para luego comenzar a disminuir gradualmente en una suave pendiente que se aplanó hacia finales de junio y continúa hasta el día de hoy. Sin embargo, los “casos” están aumentando y fluctuando hacia arriba y hacia abajo (2).
Se trata, pues, de una “epidemia de sanos” provocada por la proliferación de tests de muy escasa fiabilidad. “Es probable que más de la mitad de los positivos sean falsos, potencialmente todos ellos”, escribe Yeadon en su artículo.
La PCR se limita a detectar “simplemente la presencia de secuencias parciales de ARN presentes en el virus intacto”, que podría ser un trozo de virus muerto que no puede enfermar al sujeto, no se puede transmitir y no puede enfermar a nadie más.
“Un positivo verdadero no indica necesariamente la presencia de un virus viable. En los limitados estudios realizados hasta la fecha, muchos investigadores han demostrado que algunos sujetos siguen siendo positivos en la PCR mucho después de que haya desaparecido la capacidad de cultivar el virus a partir de las muestras. Lo llamamos ‘positivo en frío’ (para distinguirlo de un ‘positivo en caliente’, que es el que arroja una persona infectada con un virus intacto). El punto principal de los ‘positivos en frío’ es que no están enfermos, no tienen síntomas, no van a tener síntomas y, además, son incapaces de infectar a otras personas”.
El mes pasado otro artículo científico publicado en el BMJ volvía a recordar que las pruebas PCR son “muy poco fiables”, lo que altera las estadísticas epiodemiológicas, “entre ellas la proporción de asintomáticos, la prevalencia y las tasas de hospitalización y de mortalidad” (3).
Si siguen hablando de pandemia en base a los resultados de las pruebas PCR, no se acabará “nunca”, dice el profesor Carl Heneghan de la Universidad de Oxford, Director del Centro de Medicina Basada en la Evidencia de Oxford (4).
(1) https://www.youtube.com/watch?v=Ch7wze46md0
(2) https://lockdownsceptics.org/addressing-the-cv19-second-wave/
(3) https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.04.26.20080911v3
(4) https://www.spectator.co.uk/article/how-many-covid-diagnoses-are-false-positives-
comentarios
Los comentarios están desactivados.