El número de misiles utilizados por la resistencia en Gaza hasta ahora no ha excedido el 10 por ciento de sus existencias, dijo ayer una fuente de la resistencia palestina en Gaza, confirmando que tienen la capacidad de participar en una guerra que durará varios meses con el ejército ocupante.
Los grupos de la resistencia y los combatientes operan según planes preestablecidos, prosiguió la fuente, confirmando que no hay escasez de fuerzas ni de armas y que todas las capacidades se utilizan en el marco de una táctica a largo plazo.
La fuente reveló además que la resistencia tiene un sólido plan defensivo que cubre toda el área de la Franja de Gaza y que será activado a su debido tiempo.
La resistencia palestina ha lanzado miles de cohetes y proyectiles desde el inicio de la Operación Diluvio de Al-Aqsa. Los objetivos incluían asentamientos, el aeropuerto Ben Gurion, emplazamientos militares y concentraciones de tropas.
La resistencia también ha lanzado varios misiles estratégicos de largo alcance, incluido el misil Ayyash 250 de Al-Qassam, que tuvo como objetivo el mando de la región norte de Israel en Safad, ubicado aproximadamente a 200 kilómetros de la Franja.
El viernes el Canal 12 de la televisión israelí informó que, desde que comenzó la operación, “se han disparado más de 1.000 cohetes contra Ashkelon”. Los repetidos ataques se producen después de que el grupo Al-Qassam de Hamas advirtiera a los colonos de la localidad a principios de esta semana que evacuaran, anunciando que continuarían lanzando cohetes sobre la ciudad hasta que la ocupación israelí dejara de atacar a los civiles en Gaza para desplazarlos por la fuerza.