La población de China se reduce por primera vez en más de 60 años

El año pasado la población de China se redujo a un ritmo más rápido que en los anteriores, ya que los nacimientos cayeron a un mínimo histórico, lo que aceleró un cambio demográfico que plantea importantes desafíos.

China ha sido superada por India como el país más poblado del mundo. La Oficina Nacional de Estadísticas dijo que el número total de personas en China disminuyó en 2,08 millones, o un 0,15 por cien, hasta llegar a 1.409 millones el año pasado.

Esto es mucho mayor que la disminución de la población de 850.000 habitantes en 2022, que fue la primera desde 1961 durante una etapa de hambre como consecuencia de la sequía y las malas cosechas.

El número total de muertes aumentó el año pasado un 6,6 por cien hasta alcanzar los 11,1 millones, alcanzando la tasa de mortalidad su nivel más alto desde 1974.

La tasa de natalidad es la más baja desde la fundación de la República Popular en 1949. Alcanzó un mínimo de 6,39 nacimientos por 1.000 habitantes, por debajo de la tasa de 6,77 nacimientos en 2022.

Los nacimientos alcanzaron un nuevo mínimo el año pasado. Cayeron un 5,7 por cien a 9,02 millones. La ralentización de la natalidad se produce a pesar del impulso del gobierno para animar a más parejas casadas a tener hijos, tras décadas de políticas restrictivas de la natalidad.

Hay menos personas que se casan y menos parejas que quieren tener hijos.

La población activa también se reduce

El descenso de la natalidad coincide con la reducción de la población activa y el rápido envejecimiento de la población: un doble reto para el gobierno chino, que debe hacer frente a la financiación de la sanidad y las pensiones de los ciudadanos de más edad, al tiempo que intenta mantener el crecimiento en una economía con menos personas en edad de trabajar.

La población activa de China, es decir, la que tiene entre 16 y 59 años, disminuyó en 10,75 millones el año pasado, lo que se suma a la contracción en curso. La población mayor de 60 años, por su parte, siguió creciendo. Más de una quinta parte de la población, o casi 297 millones de personas, se encuentra ahora en esa franja de edad.

El creciente número de ancianos obliga a cambiar ciertos aspectos de la política económica del gobierno. El Consejo de Estado, máximo órgano administrativo de China, publicó la semana pasada una serie de directrices para adaptar sus servicios a los ancianos en vivienda, sanidad y finanzas. Los gobiernos locales deben apoyar las instalaciones para residentes de edad avanzada.

El año pasado en al menos cuatro ciudades miles de ancianos salieron a la calle para protestar por los recortes de las prestaciones médicas mensuales aplicados por los gobiernos locales para hacer frente a los déficits.

El crecimiento económico se debilita

El cambio demográfico se produce en un momento en el que el crecimiento del país se debilita. La Oficina Nacional de Estadística confirmó que la economía china creció un 5,2 por cien el año pasado. Es uno de los peores resultados económicos del país en más de tres décadas.

Hay resultados económicos que son “malos” o “buenos”, según quien los mire. Por ejemplo, en diciembre los precios de la vivienda nueva cayeron por la cantidad más alta en casi nueve años.

A pesar de las bajadas de precios, las ventas de viviendas por metros cuadrados cayeron un 8,5 por cien el año pasado, marcando el segundo año consecutivo de descenso.

Debido al envejecimiento de la población, los cálculos prevén que la demanda de vivienda disminuya en los próximos años, lo que arrastrará al sector y afectará a sus perspectivas de crecimiento.

El sector inmobiliario ha desempeñado un papel preponderante en la economía china, representando hasta el 30 por cien del PIB. Los activos inmobiliarios representan alrededor del 70 por cien, la mayor proporción, de la riqueza de los hogares.

Desde hace unos tres años el sector ha entrado en crisis, tras una restricción de los préstamos a promotores impulsada por el gobierno.

Sin embargo, la producción industrial subió un 6,8 por cien en diciembre, por encima de las expectativas. Fue el crecimiento más rápido desde febrero de 2022. Para 2023 la producción industrial aumentó un 4,6 por cien, por encima del 3,6 por cien de 2022.

Las ventas al por menor también aumentaron un 7,4 por cien el año pasado, invirtiendo la caída del 0,2 por cien de 2022.

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