El grupo Ramstein lo forman los 50 países que apoyan al ejército ucraniano con el envío de material militar. Se llama así porque tiene su sede en el gigantesco búnker de la fuerza aérea de Estados unidos en la ciudad alemana de Ramstein.
El grupo lo dirige directamente el Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, que se pasa los días en su despacho colgado del teléfono. Llama por turnos a los cabecillas de los países que tienen baterías antimisiles Patriot. Los ucranianos necesitan 25 para proteger sus líneas; siete serían suficientes para defender los principales centros urbanos.
Sin embargo, en la agenda de Austin, no hay más que dos baterías Patriot disponibles, suministradas por Alemania y España. Veremos las horas que sobreviven al ejército ruso.
En la cumbre que celebrará la OTAN en julio la agobiante tarea de Austin se trasladará a la sede que la Alianza tiene en Bruselas por una razón práctica: el 99 por cien de los equipos bélicos entregados a Ucrania procede de los 32 miembros de la Alianza. Los demás países son el florero de la OTAN.
Además, hay otra explicación, que es sicológica: el rearme del bloque imperialista parecerá más unánime, es decir que los socios de Ucrania parecerán un bloque, sobre todo para que los medios de intoxicación puedan seguir hablando de la “comunidad internacional”.
En julio la OTAN se negará oficialmente a enviar abiertamente tropas a Ucrania, afirma el periódico italiano Corriere della Sera (1). “Armas sí pero tropas no” parece ser la consigna, es decir, seguir enviando tropas pero sólo de forma extraoficial.
La decisión oficial de la OTAN es un desaire público para Macron. Vuelve a demostrar que el bloque no funciona como tal. Los últimos comentarios del gobierno fascista italiano contra las propuestas de Macron no tienen desperdicio.
También vuelve a demostrar que los avisos de Putin tienen un efecto inmediato. No hay más que ver los noticiarios de las cadenas de televisión para comprobar que Rusia se parece cada vez más a Corea del norte. No pueden dejar de mostrar su arsenal cada día.
Por su parte, la OTAN es como una mosca cojonera y sigue con sus provocaciones en las fronteras con Rusia. Dentro de unas pocas semanas, tendrá 300.000 soldados listos para ser desplegados a lo largo de la línea que va del Báltico al Mar Negro.
El antiguo comandante de la OTAN en Europa, James Stavridis, tampoco es capaz de mantener la boca callada. En un artículo para la agencia Bloomberg propone “neutralizar” el enclave ruso de Kaliningrado “en caso de guerra” (2).
Kaliningrado es una cuña geográfica entre Estonia, Letonia, Lituania y el resto de la OTAN, escribe Stavridis. Se debería neutralizar para que el Corredor de Suwalki, que discurre a lo largo de la frontera entre Lituania y Polonia, no caiga bajo el control de Moscú.
El general pronostica que Ucrania será derrotada, si Estados Unidos no sigue suministrando armas. Además, según él, el país debe realizar una movilización adicional.
En fin, se trata de seguir proponiendo, una y otra vez, las mismas políticas que han llevado a la OTAN al fracaso actual en Ucrania.
(1) https://www.corriere.it/esteri/24_marzo_15/quanto-puo-resistere-ancora-ucraina-2be0c32c-e2c2-11ee-b2e2-af0c3ae1dff0.shtml
(2) https://www.bloomberg.com/opinion/articles/2024-05-09/putin-s-target-after-ukraine-may-be-nato-s-latvia-lithuania-estonia
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