El miércoles más de 75.000 trabajadores de la sanidad de la red de hospitales de Kaiser de Estados Unidos comenzaron la huelga más grande de la historia en el sector, después de que el convenio expirara el sábado sin que se hubiera alcanzado ningún nuevo acuerdo.
Los huelguistas se concentran principalmente en California, aunque miles de trabajadores también han abandonado sus puestos de trabajo en Oregón, el estado de Washington y Colorado para una huelga que se espera dure tres días. Pero el sindicato planea otro paro más largo para noviembre, si no se negocia un nuevo convenio.
La Coalición de Sindicatos de Kaiser reúne a cuatro centrales que representan, en total, a 85.000 trabajadores. Entre los huelguistas se encuentran enfermeras tituladas, técnicos de urgencias, técnicos de radiología, técnicos de ecografía y farmacéuticos.
Al igual que los trabajadores que han participado en otras huelgas recientes de la sanidad, los de Kaiser están exasperados por los problemas de falta de personal y dicen que la patronal descuida la atención a los enfermos para ganar más dinero. Están sobrecargados de trabajo y no pueden responder correctamente a todas las solicitudes de sus pacientes debido a su elevado número y a las estrictas limitaciones de tiempo.
“Los ejecutivos de Kaiser se niegan a escucharnos y están negociando de mala fe las soluciones que necesitamos para poner fin a la crisis de falta de personal en Kaiser”, dijo Jessica Cruz, enfermera en Los Angeles Medical Center. “Veo las preocupaciones de mis pacientes cuando tengo que apresurarlos y pasar al siguiente. No es el tipo de atención que quiero brindar. Nos cansamos de intentar hacer el trabajo de dos o tres personas y nuestros pacientes sufren cuando no pueden recibir la atención que necesitan debido a la falta de personal de Kaiser”.
Los trabajadores también luchan por un aumento de los salarios. En agosto exigieron un salario mínimo de 25 dólares la hora, con aumentos del 7 por ciento en los dos primeros años y del 6,25 por ciento en los dos siguientes. La patronal propone un aumento máximo del 4 por ciento cada año durante cuatro años. Kaiser ha propuesto salarios mínimos de 21 y 23 dólares por hora, dependiendo del lugar de trabajo, y el mes pasado describió un sistema salarial de dos niveles. Los sindicatos dicen que salarios más altos en todas las áreas del grupo Kaiser podrían atraer a más trabajadores y ayudar a aliviar la escasez de mano de obra.
La pandemia tuvo un impacto significativo en la mano de obra del sector de la salud en todo el país y el sector aún tiene que recuperarse. Keven Dardon, a cargo de la recepción de pacientes en el Sunnyside Medical Center en Clackamas, Oregón, dijo que su departamento se había reducido de 60 a 40 trabajadores durante la pandemia. Como resultado, los pacientes ahora enfrentan largas colas y retrasos durante sus consultas. “Las consultas hospitalarias y médicas que tenemos aquí han sufrido mucho. Esto es por lo que estamos luchando. Los trabajadores de primera línea exigen que los directivos de Kaiser se sienten a la mesa de negociaciones. Hemos propuesto soluciones para resolver el problema del personal, hemos hecho toneladas de propuestas, pero nuestros jefes no nos escuchan, simplemente no vienen a negociar ni siquiera para tomar en consideración estas propuestas”.
La empresa podría solucionar los problemas si quisiera. Sólo en los primeros seis meses de este año, obtuvo unos beneficios de 3.000 millones y más de 21.000 millones en los últimos cinco años. Mientras tanto, 49 de sus ejecutivos reciben salarios anuales de más de un millón de dólares.