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| El Presidente ruandés Paul Kagame |
1. El establecimiento de una estación operativa de la CIA en el país, preferentemente en Kigali. Funcionaría bajo la fachada de una empresa de Estados Unidos con una filial en Ruanda
2. La cesión de una finca de una superficie mínima de 1 x 4 millas, dedicada al entrenamiento del personal americano y utilizada como centro de comunicaciones en el continente;
3. Permitir el acceso al país a todos los invitados y agentes de la empresa (CIA) procedentes del extranjero con fines de entrenamiento, reuniones, descanso y refugio
4. El alquiler por la CIA de un aeropuerto totalmente administrado por los estadosnidenses en la región de Bugesera, por un importe anual que no exceda de los 100 millones de dólares
5. La instalación de un centro de informaciones que controlaría las actividades políticas, militares y económicas de varios países extranjeros, principalmente de Zaire (RDC), de Uganda, de Argelia, de Sudán y de Angola
6. Garantizar a la CIA la completa colaboración de todas las instituciones nacionales; atribución de contratos exclusivos a las empresas americanas de reconstrucción, de informática y de explotación minera.
Los hutus dijeron que no a los estadounidenses. Como ha señalado notablemente mi amigo Charles Onana, que ha investigado este asunto muy detalladamente, “lo que la CIA propuso a los hutus del gobierno interino y a lo que se negaron es a hacer de Ruanda una zona de operaciones secretas. Es el lugar donde se puede preparar el saqueo y la desestabilización de los países extranjeros”. Y subraya que “los extremistas Tutsis de la APR [hoy FPR, partido de Paul Kagame] probablemente aceptaron lo que los hutus rehusaron”.
El documento de la CIA permite comprender el interés desmesurado que Estados Unidos tienen con respecto a Ruanda, un pequeño país prácticamente sin ningún recurso, y el apoyo aportado a Paul Kagame y a su movimiento político-militar. Según un alto responsable de la administración Clinton, “era necesario establecer un régimen militar muy poderoso en la región de los Grandes Lagos para imponer soluciones militares a los conflictos. Washington considera a Paul Kagame un excelente estratega militar en torno al cual se ha decidido promover la estabilidad de la región de los Grandes Lagos”. Esta estabilidad a la manera americana, es la desestabilización del Congo con su comitiva de millones de muertos, el saqueo masivo de sus recursos que pasan por Ruanda para llegar a Europa y USA, la desestabilización de Sudán y de Burundi, que ha estado a punto de una guerra civil alimentada por Kigali, etc.
Los africanos que están obnubilados por la propaganda de los medios de comunicación anglosajones a favor de Kagame, no obstante quedan advertidos aquí. Pretendiendo la presidencia de la Unión Africana, Paul Kagame va a actuar no sólo como el “representante” de los africanos, sino también y sobre todo como el subcontratista de los intereses anglosajones e israelíes en África. No es una casualidad que el hombre fuerte de Kigali sea el único jefe de Estado africano en la agenda de Donald Trump en Davos. Desgraciadamente, es este tipo, el criado en jefe del Imperio, el que se ha convertido en el “héroe” de una determinada juventud africana…
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https://umoya.org/2018/02/27/la-cia-paul-kagame-y-la-dominacion-del-continente-africano/