La semana pasada el canal Al-Masirah, de los huthíes, divulgó una conversación telefónica entre el director de la CIA, George Tenet (que ocupó el cargo entre 1996 y 2004), y el Presidente yemení, Ali Abdullah Saleh (que ocupó el cargo entre 1990 y 2012). Luego la grabación se ha divulgado en internet (*).
En el audio Tenet exige a Saleh la liberación de un destacado dirigente de Al Qaeda. El cabecilla de la CIA pide la liberación “en un plazo de dos días de alguien que es muy importante para mí personalmente”, y que fue detenido en relación con el papel de Al-Qaeda en el ataque a un destructor naval estadounidense, el USS Cole, en 2000.
Sin embargo, cuando Saleh le pide su nombre del miembro de Al-Qaeda, Tenet le responde que es demasiado arriesgado revelar nombres por teléfono, y añadió que ambos sabían quién era ese individuo.
La grabación da una visión reveladora de cómo Estados Unidos está tomando medidas drásticas entre bastidores, incluso con los jefes de Estado que no tienen más remedio que firmarles cheques en blanco sin rechistar a la menor petición. El hecho de que esta revelación haya sido pasada por alto por todos los medios de comunicación occidentales, ya sean dominantes o supuestamente alternativos, es indicativo del pacto de silencio que pesa sobre la llamada “guerra contra el terrorismo”, que no es más que una instrumentalización del terrorismo para justificar la perpetua ocupación militar de Oriente Medio.
El atentado suicida de Al-Qaeda al que se refiere la llamada, ocurrido el 12 de octubre de 2000, mató a 17 marines estadounidenses e hirió a otros 39.
Según el actual jefe de inteligencia houthi en Yemen, el miembro de Al-Qaeda al que se refiere la llamada es Anwar Al-Awlaki, un clérigo nacido en Estados Unidos, convertido en propagandista. Posteriormente murió en un controvertido ataque con drones de Estados Unidos en 2011, aprobado por Obama.
El hijo de Al-Awlaki, de 16 años, también ciudadano estadounidense, murió en otro ataque de la CIA con drones dos semanas después, junto con su primo y varios otros civiles. En 2017, la hija de ocho años de Al-Awlaki fue a su vez asesinada en una redada de comandos ordenada por Trump.
Un comunicado emitido por las fuerzas huthíes afirma que la conversación es una prueba más de “las relaciones directas entre la CIA y los terroristas de Al-Qaeda y la cooperación de los funcionarios del gobierno de Saleh en esa relación”.
Saleh fue asesinado en 2017 tras cambiar de bando en la Guerra de Yemen, poniéndose del lado de la coalición saudí y abandonando el movimiento houthí al que estaba aliado, tras la toma de la capital Sanaa por parte de los rebeldes en 2014. Los huthíes y el gobierno de Saleh libraron seis guerras intermitentes entre 2004 y 2010.
(*) https://www.middleeastmonitor.com/20210318-houthi-official-cia-asked-yemens-saleh-to-release-al-qaeda-member/