La revista especializada “Oral Health Group” ha retirado de su sitio web un artículo de investigación de 2016 que concluía que las mascarillas no sirven para detener la propagación de enfermedades.
La excusa que ofrece la revista es que el artículo “ya no es relevante en el clima actual” (1).
El artículo era una síntesis de los estudios de investigación realizados sobre la eficacia de las mascarillas como herramientas de prevención de enfermedades. En general, la revisión encontró pruebas de que las mascarillas tienen poco o ningún valor como herramienta de control de infecciones.
El autor era John Hardie, un dentista especializado con 30 años de experiencia en el control de infecciones. El artículo incluía más de 30 referencias y fuentes de revistas académicas y estudios debidamente revisados.
La reconstrucción telemática del artículo censurado (2) muestra que permanecía intacto el 25 de junio y desapareció entre el 2 al 9 de julio, siendo reemplazado el 10 de julio por la declaración oficial de la revista.
La censura de la revista no dice que el estudio fuera erróneo y que se hubieran apercibido de ello cuatro años después de publicarlo. Lo que ha cambiado es la situación o, como dicen ellos mismos, “el clima actual”.
No puede extrañar que luego algunos digan que no hay pruebas de tal o cual tesis, o que los gregarios sostengan que quien se opone a las mascarillas es eso que llaman “la ultraderecha”.
Los domesticados juegan con ventaja. No es la primera vez ni será la última en la que las pruebas desaparecen por intereses espurios.
El doctor Denis Rancourt llevó a cabo una revisión de las publicaciones científicas existentes sobre las mascarillas que apareció en ResearchGate el 3 de junio, luego desapareció y también se ha podido recuperar para internet (3).
Los problemas de todo tipo que las mascarillas causan a la salud son conocidas desde siempre y en mayo ya lo denunció una farmacéutica en Tele5 que, si el lector no se da prisa en descargar, puede desaparecer de internet en cualquier momento (4).
Al principio de la pandemia el gobierno no exigió mascarillas y luego pasó a exigirlas, no por una cuestión científica sino porque ya las había en el mercado.
En algunos países es obligatoria y en otros no porque la ciencia cambia en cuanto cruzas las fronteras.
Sin embargo, no hay que perder de vista que la cuestión no es la mascarilla, ni la ciencia, ni la salud sino la censura y la histeria que han introducido en buena parte del mundo, con la plena complicidad de quienes dicen hablar en nombre de una “izquierda” que a cada paso da síntomas de servilismo y postración, convocando reuniones y concentraciones donde las mascarillas son imprescindibles para participar.
De verdadera vergüenza. Como en la Edad Media, oscilamos entre la censura y el linchamiento mediático.
(1) https://www.oralhealthgroup.com/features/face-masks-dont-work-revealing-review/
(2) https://web.archive.org/web/20200625094522/https://www.oralhealthgroup.com/features/face-masks-dont-work-revealing-review/
(3) https://archive.org/details/covid-censorship-at-research-gate-2/mode/2up
(4) https://www.telecinco.es/informativos/salud/alertan-hongos-rozaduras-dermatitis-uso-mascarillas-coronavirus_18_2944995275.html
Somos los ateos de esta nueva religión
A ver si no fue censura y fue simple revisión de unos artículos que solo decían gilipolleces. Recordar artículos como los de Plos One y experiencias de muchos autores enviando trabajos fake que han sido publicados cómo válidos sin revisión de pares. Buena suerte con vuestros colegas los fachas de Colón
La CIA llama a la tortura “interrogatorios reforzados” y tu llamas a la censura “revisión de artículos”. Has tenido buenos maestros en el arte del camuflaje