La vacuna contra el coronavirus aún no está a disposición de la mayoría del mundo, pero la CNN ya nos prepara para que nos dotemos, como los perros, de nuestra “cartilla”, que podría ser necesaria para viajar, para comprar e incluso para ir al cine.
“Para hacer estas cosas, puede que necesites algo además de la vacuna: una solicitud de cartilla de vacunación”, dice la cadena. “No te preocupes, los lerdos están en ello”, añade en tono jocoso.
Las empresas tecnológicas están en ello. Han comenzado a crear aplicaciones para descargar los datos sobre las vacunas, como si no tuvieran bastantes datos sobre todos y cada uno de nosotros.
Las empresas pueden pedir que muestres tus “credenciales” en salas de conciertos, estadios, cines, oficinas o incluso al entrar por las fronteras.
Common Trust Network, una iniciativa del Foro Económico Mundial, se ha asociado con varias líneas aéreas para ayudar al proyecto. Su aplicación permite descargar datos médicos que generan un código QR para viajar.
“Un puerto de entrada -ya sea una frontera o un lugar- querrá saber si se ha recibido la vacuna de Pfizer, si se ha recibido la vacuna rusa, si se ha recibido la vacuna china, para que puedan tomar una decisión en consecuencia”, dijo Thomas Crampton, director comercial de The Commons Project.
No cabe duda: el Foro Económico Mundial también quiere acceder a una mercancía valiosa en la era de las bases de datos: los historiales médicos.
Es una carrera tan disputada como la vacuna. IBM también ha desarrollado su propia aplicación llamada “Salvoconducto Digital de Sanidad”. Permite conservar el historial médico en el móvil.
La Fundación Linux se ha asociado con IBM y CommonPass para ayudar a desarrollar normas universales para el pasaporte digital. Brian Behlendorf, director ejecutivo de la Fundación, dice: “Si tenemos éxito, debería poder decir que tengo en mi teléfono un certificado de vacunación que obtuve cuando fui vacunado en un país, con todo un conjunto de prácticas de gestión de la salud que son exclusivas de ese país… que utilizo para volar a un país completamente diferente y luego presento un certificado de vacunación en ese nuevo país para poder ir a este concierto que se celebraba en el interior, donde la asistencia estaba limitada a los que habían demostrado que tenían la vacuna”.
“Debería ser interoperable de la misma manera que el correo electrónico es interoperable, de la misma manera que la web es interoperable. En este momento estamos en una situación en la que algunas piezas móviles nos acercan a eso, pero creo que hay un compromiso sincero de todos en la industria”, dice el portavoz de la Fundación Linux.