La campaña a la elecciones presidenciales de Estados Unidos de 1960 supuso un viraje en el recurso a las nuevas técnicas para el control de masas. No sólo se trataba de recaudar votos, para lo cual la televisión empezó a desempeñar un papel fundamental, sino de manipular a los votantes, algo que forma parte de la dominación de clase porque es una parte de la sociedad la que trata de imponerse sobre la otra. En un país esclavista, como Estados Unidos, esas clases sociales se diferencian, entre otras cosas, por el color de su piel y en 1960 el Partido Demócrata quería ganar las elecciones consiguiendo que los negros y otras minorías raciales acudieran a votar y votaran a su candidato: Kennedy.
Robert Kennedy, director de campaña de su hermano, recurrió a un miembro del MIT (Instituto Tecnológico de Massachussetts), Ithiel de Sola Pool, que puso en marcha una técnica novedosa: las bases de datos (“big data”), la recopilación y procesamiento de la información personal.
En una época en la que había muy pocos ordenadores, De Sola Pool diseñó un programa informático que, lo mismo que los informáticos que lo implementaron, permaneció en secreto durante muchos años.
Tenía una empresa llamada Simulmatics Corporation que realizó más de 100.000 entrevistas y, además, procesó más de sesenta encuestas sobre las elecciones de los años cincuenta.
Clasificó a los votantes, generando hasta 480 perfiles diferentes (afroamericanos, metropolitanos, católicos, nivel de ingresos, ideología) sobre 52 grupos temáticos diferentes.
Justo antes de la Convención Demócrata, Simulmatics estudió el voto de los negros del norte de Estados Unidos, que iba a ser clave en la votación.
Así ocurrió; se había inventado el futuro (1) y Kennedy ganó las elecciones, De Sola Pool pasó a trabajar para el Pentágono y se convirtió en uno de los fundadores de Darpa y de Arpanet, el antecedente de internet.
Aquellos años no sólo se caracterizaron por las nuevas tecnologías sino por la Guerra de Vietnam. Simulmatics realizó para Darpa la campaña masiva de intoxicación sicológica contra el Vietcong.
Aquellos también fueron años de lucha contra el racismo, que alcanzó su cumbre en 1967 cuando las ciudades estallaron en llamas en todo el país.
El Presidente Johnson creó la Comisión Kerner para atajar la agitación social (2). A su vez la Comisión se dirigió a Simulmatics para analizar los “puntos calientes” (hotspots) de la lucha y para identificar a los negros que dirigían las movilizaciones. Luego identificaron y entrevistaron a otros negros en otros lugares, desde peluquerías hasta iglesias.
En los sondeos les preguntaron su opinión sobre la cobertura mediática de las luchas y reunieron información sobre los movimientos de los vecinos de cada una de las ciudades y los barrios más combativos, quién convocaba las manifestaciones y con quién hablaban los manifestantes antes y después de las movilizaciones.
Los cuestionarios preguntaban incluso por la circulación de vehículos en los peajes, las ventas en las gasolineras y las rutas de los autobuses.
Johnson y la Casa Blanca querían utilizar la información reunida por Simulmatics para rastrear el flujo de información durante las protestas, identificar a los dirigentes y decapitar el movimiento.
La nuevas técnicas formaban parte de la represión política, tanto en su sentido formal o judicial, como parapolicial, es decir, para frenar al movimiento exterminando físicamente a sus dirigentes.
Crearon perfiles racistas que, además de aplastar un movimiento ya existente, tenía como objetivo impedir que se pudiera reproducir en el futuro. Era, pues, típicamente fascista, como ya hemos expuesto en otras entradas. Era predictiva, era discriminatoria y era selectiva, un antecedente de lo que hoy tenemos delante de nuestros ojos.
Los modelos informáticos de los sesenta son el fundamento de los asesinatos posteriores de miles de negros y latinos, así como de su encarcelamiento y persecución constantes.
Aquellos modelos han vuelto a la actualidad no sólo por motivos electorales, ni tampoco racistas exclusivamente, sino por la pandemia: los médicos acaban de descubrir que los negros, los latinos y los indígenas se han contagiado de manera desproporcionada y deben proceder a hacer seguimientos y rastreos, buscar, perseguir… por motivos de salud pública, para evitar la propagación del virus.
En Estados Unidos los negros y las minorías raciales nunca dejarán de ser una amenaza, de un tipo o de otro, política o sanitaria.
(1) https://www.newyorker.com/magazine/2020/03/09/the-problems-inherent-in-political-polling
(2) https://www.history.com/this-day-in-history/kerner-commission-report-released
Más información:
— Holanda dispone de un sistema de vigilancia permanente sobre los pobres e inmigrantes
— ‘Minority Report’: delincuentes en potencia y policías del futuro
— ‘Minority Report’(3): la policía predictiva de Los Ángeles ya está en marcha
— Minority Report(4): La represion fascista con algoritmos matemáticos (PredPol)
— Minority Report(5): la policía predictiva se concentra en los ‘puntos calientes’ de la ciudad
— Minority Report(6): cómo detener a los futuros manifestantes antes de que cometan actos violentos
— Minority Report(7): el funcionamiento de la policía en una sociedad dividida en clases sociales
— Minority Report(8): el panóptico ya es una realidad, el ojo que todo lo ve
— Empresas informáticas creadas y subcontratadas por la CIA: el Caso Palantir