Japón es un ejemplo evidente de la falacia malthusiana y sus mitos sobre la “explosión demográfica“. La población japonesa lleva 16 años consecutivos descendiendo. El año pasado perdió la cifra récord de 958.574 habitantes de origen japonés, mientras el número de emigrantes aumentó por tercer año consecutivo.
La fuerza de trabajo emigrante es la única oportunidad para la economía de un país que envejece aceleradamente. Más del 85 por cien de los emigrantes están en edad de trabajar, lo que llena una pequeña parte del vacío de la mano de obra autóctona.
El país cuenta con una población de 120 millones de japoneses y desciende a un ritmo del 0,75 por cien. Teniendo en cuenta a los emigrantes que residen en el archipiélago, el descenso es un poco más suave: el 0,45 por cien.
El descenso del año pasado es el mayor desde el inicio de las encuestas en 1968, y también es la primera vez que el país pierde más de 900.000 personas en un año. En 2022 se cruzó el umbral de 800.000, como resultado de la aceleración del colapso en el número de nacimientos y el aumento en el número de muertes en la población.
Por grupos de edad, los japoneses de 65 años o más representan ahora el 29,58 por ciento de la población, mientras que el grupo de edad de 15 a 64 años es del 59 por cien, ambos con aumentos muy leves con respecto al año anterior. Una situación que no se espera mejore ya que, según datos separados publicados por el Ministerio de Salud en junio, el número de nacimientos en Japón el año pasado cayó por debajo de los 700.000 por primera vez.
Los sucesivos gobiernos japoneses no logran revertir el declive demográfico. Hace unos meses el Primer Ministro Shigeru Ishiba describió la situación como una “emergencia silenciosa”, prometiendo poner en marcha medidas favorables a la familia, como horarios de trabajo más flexibles y guarderías gratuitas. Pero, de momento, no se observa un cambio de tendencia.
La población emigrante, que había disminuido durante los confinamientos, ha aumentado por tercer año consecutivo, alcanzando su nivel más alto desde 2013. Hoy en día, casi el 3 por cien de la población japonesa, es decir 3,67 millones de personas, son emigrantes.
Otra muestra del dinamismo emigrante es que la proporción de extranjeros ha aumentado en todas las provincias del país, particularmente en Hokkaido, donde el aumento casi alcanza el 20 por cien.
Sin embargo, hace cinco años se fundó el Partido Nacionalista Sanseito, que en julio obtuvo 14 escaños en las elecciones para la renovación parcial de la cámara alta con el lema “Lo primero es Japon”.
Descubre más desde mpr21
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.