Ayer publicamos las amenazas de Erdogan contra los intentos de dividir Siria, lo que concedería a los kurdos una franja territorial en la frontera con Turquía. La advertencia de Erdogan también iba dirigirse contra Israel que, tras la caída de Bashar Al Assad, invadió Siria con intenciones nada claras.
Se trata de una “medida limitada y temporal adoptada por razones de seguridad”, aseguró Gideo Saar, ministro isrealí de Asuntos Exteriores. Sin embargo, Netanyahu dijo que “el Golán sería parte del Estado de Israel eternamente”.
La incursión ha empeorado las relaciones entre Israel y Turquía, que han estado en desacuerdo desde que en julio Erdogan amenazó con atacar al ejército israelí. “Tenemos que ser muy fuertes para que Israel no pueda hacer estas cosas ridículas a Palestina. Así como entramos en Karabaj, así como entramos en Libia, podríamos hacer lo mismo [en Palestina]. No hay ninguna razón por la que no podamos hacerlo […] Debemos ser fuertes para poder tomar estas medidas”, dijo durante una reunión del partido AKP.
Claramente, el Presidente turco sugirió enviar mercenarios, reclutados entre los grupos que han combatido en Siria bajo la etiqueta de “Ejército Nacional Sirio”.
La comisión Nagel, que reúne a doce expertos israelíes en cuestiones militares y de seguridad, entre ellos el general Jacob Nagel, que le da su nombre, se ha tomado en serio las declaraciones de Erdogan.
La función de la comisión Nagel es asesorar al gobierno de Tel Aviv con recomendaciones sobre estrategias de defensa. En el último informe sobre el presupuesto de defensa y política de seguridad que presentó el lunes, la comisión considera que Israel debe prepararse para una “confrontación directa con Turquía”, según el resumen realizado por el periódico Jerusalem Post.
“La ambición de Turquía de restaurar la influencia que tuvo durante la era otomana podría conducir a un aumento de las tensiones con Israel, que podrían desembocar en un conflicto”, afirma la comisión Nagel.
El hecho de que haya facciones sirias alineadas con Ankara “crea una nueva y poderosa amenaza a la seguridad de Israel”. Una amenaza que incluso podría ser incluso “más peligrosa” que la que encarna Irán.
La comisión Nagel recomienda aumentar el presupuesto de defensa en 4.000 millones de euros al año durante los próximos cinco años para garantizar que el ejército “esté equipado para enfrentar los desafíos planteados por Turquía y otras amenazas regionales”.