Irán ha puesto a su ejército en estado de máxima alerta ante las amenazas de Trump. Además, ha notificado a Baréin, Irak, Kuwait, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Turquía que cualquier apoyo a Estados Unidos en caso de ataque estadounidense será vista como un acto de hostilidad.
Irán no cede a los llamamientos de Washington. El mes pasado Trump envió una carta al gobierno iraní pidiendo iniciar negociaciones sobre el programa nuclear, mientras amenazaba con una acción militar. La respuesta de Teherán llegó ayer: no va a haber una negociación directa.
“Negociaciones directas con una parte que amenaza constantemente con recurrir a la fuerza […] y cuyos responsables hacen declaraciones contradictorias no tendrían ningún sentido”, declaró el sábado por la noche el jefe de la diplomacia iraní, Abbas Araghchi. “Pero seguimos comprometidos con la diplomacia y estamos listos para explorar la vía de negociaciones indirectas”.
El presidente iraní Massoud Pezeshkian, elegido el año pasado con la promesa de un nuevo compromiso con Occidente, también se preguntó: “Si quieren negociar, ¿para qué amenazar?” Por su parte, Ali Larijani, consejero cercano de Alí Jamenei, advirtió la semana pasada que Irán no busca dotarse del arma nuclear, pero “no tendría más remedio que hacerlo” en caso de ataque.
Desde hace décadas, las potencias occidentales sospechan que Irán quiere dotarse del arma nuclear. Teherán rechaza estas acusaciones y afirma que su programa es exclusivamente civil, destinado principalmente a la producción de energía.
Desde la revolución de 1979, las relaciones diplomáticas entre Irán y Estados Unidos están rotas. Ambos países se comunican a través de canales indirectos, como Omán o Suiza, y más recientemente de Emiratos Árabes Unidos, por los cuales se transmitió la carta de Trump.
En 2015 Irán llegó a un acuerdo con los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido) y Alemania, limitando su programa nuclear a cambio de un levantamiento de las sanciones. Pero en 2018 Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo y restableció las sanciones. Por su parte Teherán rompió progresivamente sus compromisos y aceleró sus actividades nucleares.
Los iraníes han acabado convenciéndose de que la única manera de negociar con Estados Unidos es después de tener armas nucleares, no antes.
Descubre más desde mpr21
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.