Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra, ha advertido de una subida “apocalíptica” de los precios de los alimentos a escala mundial y se ha mostrado “impotente” ante la espiral de la inflación. Ayer el precio del trigo subió un 6 por ciento en el mercado mundial.
La situación está provocada por fuerzas del mercado mundial que escapan a su control, explicó Bailey a los diputados de la Comisión del Tesoro de la Cámara de los Comunes (*).
Los precios están subiendo al ritmo más rápido de los últimos 30 años, creando un “choque de ingresos muy grande” que se espera que se intensifique en los próximos meses con el riesgo de una inflación de dos dígitos antes de que termine el año.
Naturalmente, Rusia es, una vez más, culpable porque bloquea las exportaciones agrarias ucranianas, especialmente trigo y aceite de cocina. Rusia está bloqueada, pero no puede bloquear.
“El [riesgo] sobre el que voy a sonar bastante apocalíptico, supongo, es la comida. Ucrania tiene reservas de alimentos, pero no puede venderlos por el momento. Aunque [el Ministro de Finanzas de Ucrania] es optimista en cuanto a la siembra de cultivos, dijo que, tal como están las cosas, no tenemos forma de enviarlos, y la situación está empeorando. Esto es una gran preocupación. No es sólo una preocupación importante para este país, sino para el mundo en desarrollo. No soy un estratega militar ni mucho menos, pero cualquier cosa que se pueda hacer para ayudar a Ucrania a enviar sus alimentos sería una gran contribución”, dijo Bailey a los diputados.
Sin embargo, la inflación despegó el año pasado, antes de la guerra actual, y el Banco de Inglaterra permaneció cruzado de brazos, negándose a subir los tipos de interés.
En cuanto las movilizaciones populares contra la carestía salten a la calle, aumentará la presión sobre el gobierno para que aumente las ayudas econòmicas para aliviar el coste de la vida. Habrá más gastos, menos ingresos y, en consecuencia, más déficit público.
El gobernador también admitió que el banco tiene pocas esperanzas de volver a situar la inflación en su objetivo del 2 por cien, ya que los precios han subido ya un 7 por cien y esperan nuevas subidas en los próximos meses. A la pregunta de los diputados sobre si se sentía “impotente” para controlar la inflación, Bailey dijo que sí.
“Es un lugar muy, muy, más que incómodo -estoy tratando de encontrar una palabra aún más dura que esa- es un lugar muy, muy difícil de estar. Predecir una inflación del 10 por cien y decir que no hay mucho que podamos hacer sobre el 80 por cien de esa inflación, puedo decir que es una situación extremadamente difícil de vivir. Tenemos que reconocer la realidad de la situación a la que nos enfrentamos”, concluyó.
Cabe añadir que los gobiernos no pueden hacer nada tampoco porque la mayoría de las subidas de precios actuales proceden de los mercados mundiales.
Llegan tiempos muy negros en los que no será posible aguantarse y esperar.
(*) https://www.telegraph.co.uk/business/2022/05/16/bank-england-warns-apocalyptic-global-food-shortage/