Votado el 9 de mayo en el Pleno, el nuevo texto fue criticado por los medios de comunicación guineanos, ya que la poligamia es muy común, incluso entre la clase dominante, en este país de África occidental, abrumadoramente musulmán.
Muchos hombres tienen varias esposas, pero las segundas, terceras o cuartas esposas, con las que se unen en matrimonios religiosos o tradicionales, no gozan de los mismos derechos que las mujeres que se casan primero en matrimonios civiles, en particular en lo que respecta a la patria potestad o la herencia.
En diciembre, los diputados adoptaron por gran mayoría un nuevo Código Civil, en cuyo artículo 281 se establecía que “el matrimonio puede celebrarse bajo el régimen de monogamia o el poligamia limitado a cuatro mujeres”.
El texto también afirmaba que si el hombre no suscribía una de las dos opciones, se presumía que el matrimonio quedaba bajo el régimen de poligamia, dejando así la última palabra al marido.
Pero el Presidente Alpha Condé no apoyó la ley y devolvió el texto al Parlamento.
En segunda lectura, 71 de los 73 diputados presentes votaron a favor de una nueva versión del artículo 281, que ahora establece que “el matrimonio está sujeto al régimen de monogamia para todos los ciudadanos guineanos”.
Sin embargo, “el futuro marido puede, en el momento de la celebración del matrimonio, en presencia de su futura esposa y con su consentimiento explícito, declarar que elige la poligamia limitada a un máximo de dos, tres o cuatro mujeres”, según un texto que refleja la situación en el vecino Senegal. De lo contrario, “el matrimonio queda irrevocablemente bajo el régimen de monogamia”.
“La discriminación contra las mujeres ha sido corregida. El principio de la monogamia está consagrado como en el pasado y la poligamia se ha convertido en una excepción”, dijo la diputada Traoré Zalikatou Diallo, añadiendo que estaba “realmente conmovida”.
“Las leyes que se están aprobando hoy son para complacer a los occidentales, independientemente de nuestras costumbres y tradiciones”, dijo Aboubacar Soumah, uno de los dos diputados que votaron en contra.
Un antiguo ministro de Comunicaciones, Alhoussein Makanéra Kaké, argumentó que “hay más mujeres que hombres” y aseguró que preferiría ver a su hija como “segunda o tercera esposa antes que verla envejecer sin un hombre”.
“Si por la gracia de Dios, un hombre decide casarse con una chica y alguien viene a decirle que no puede porque está casado con otra mujer, ya ves lo que se siente”, comentó el gran imán de la mezquita de Kipé, un distrito de Conakry, explicando que el Corán permite hasta cuatro esposas “con la condición de que sean justas con ellas”.