Gladio sigue operando en España

En 2002, el periódico vasco Kale Gorria publicaba el documental «Guerra sucia. El regreso de los falangistas» donde narraba la existencia de grupos terroristas de Falange con nexos con la Guardia Civil. Se trataba de grupos que, según uno de sus integrantes, estaban instalados en todo el territorio español y sabían las personas contra las que actuar. Kale Gorria fue ilegalizada por orden del juez Baltasar Garzón y nunca se investigó el contenido de dicho documental.

El británico Keith Clarenberg se preguntaba si las lecciones aprendidas por el MI6 británico en la creación de la Red Gladio, se habrían aplicado en el entrenamiento de mercenarios ucranianos que operan en las regiones de mayoría rusa como Crimea o el Donbass. Esta afirmación la hacía hablando del caso de Roberto Fiore, quien se exilió en Londres después de que se confirmara su autoría en los atentados de Bolonia. Inglaterra se negó a extraditarlo a Italia. La Red Gladio se ha ido modernizando donde las tecnologías han cambiado. Y, por supuesto, los medios y el apoyo estatal continúa siendo imprescindible.

¿Los enemigos? Aquellos a los que el Estado quiere reprimir pero no puede involucrarse directamente, como reconocía en el documental «T.O.P. Un tribunal contra el pueblo»  el fundador de los Guerrilleros de Cristo Rey Mariano Sánchez-Covisa.

Eso sí, adaptándolo al contexto político- social actual. Los enemigos son los inmigrantes, la okupas, los movimientos sociales que defienden el derecho a la vivienda, los movimientos de solidaridad con Palestina, el independentismo, etc. Es decir, los enemigos son la izquierda y los pobres que sobreviven a un sistema inhumano: no lo son los banqueros que se embolsan cada año más y más millones, los gobiernos neocoloniales que intervienen en África y que provocan el éxodo masivo de millones que huyen de sus países en busca de una vida mejor, los policías que torturan, etc.

El Estado los cubre y protege

Si volvemos a España, podemos afirmar que los grupos fascistas han sufrido el mismo proceso de evolución: se han ido modernizando, adaptando a las nuevas circunstancias y cuentan con el apoyo del aparato estatal como antaño lo tenían los pistoleros de Fuerza Nueva o los Guerrilleros de Cristo Rey. Si echamos un vistazo atrás, podemos acordarnos de los fascistas de la Operación Panzer– detenidos en 2005- a los que se les llegó a requisar un lanzagranadas además de armamento ligero salido de cuarteles del Ejército. Todos los detenidos acabaron absueltos. Las armas fueron destruidas «por error» y se les indemnizó por su destrucción.

Otro caso, esta vez menos sonado, fue la detención- en 2015-  del coronel de la Guardia Civil Rodolfo Sanz Sánchez y del subteniente retirado Francisco Carreras. Ambos sacaban armamento de los cuarteles de la Guardia Civil y del Ejército para venderlo a miembros Falange, Alianza Nacional y otros grupos fascistas. Que se sepa, el último de los dos venía sacando armamento de los cuarteles desde la década de los 90. Rodolfo Sanz (alias Rudolf) acumuló, al menos desde 2014, en un piso de Madrid 24 kilos de explosivos, 12500 cartuchos y diferente armamento de guerra. Rudolf pasó en prisión 9 meses y fue puesto en libertad. Diez años después de su detención sigue sin haberse dictado juicio contra ambos. Éstos son sólo casos que saltan a la prensa. Pero… ¿Cuántos no salen a la luz?

Las imágenes más cercanas nos vienen a la cabeza cuando la empresa Desokupa del neonazi Daniel Esteve imparte cursos de «desokupación» para la Policía o para asociaciones del Ejército.

El modelo «Batallón Azov» en España

Recientemente ha aparecido en escena un nuevo grupúsculo fascista de nombre «Núcleo Nacional». Hay muchos grupos de este tipo en España, la novedad no es ésa. La novedad es la forma que adquiere este grupo: la estética de sus militantes recuerda al Batallón Azov ucraniano, el símbolo que usan es similar al tridente ucraniano, entrenamientos de tipo militar, infraestructura y puesta en escena similar, etc. Parecen salidos de un laboratorio norteamericano, como Azov. Según el propio Cuerpo Nacional de Policía «son lo más parecido a un grupo paramilitar». Eso sí, paramilitares consentidos por el Estado. ¿Consentido por qué? Porque como en el caso de los GAL, no se trata de grupos terroristas si su función no es derribar el orden social existente: sino reforzarlo. Tanto es así, que el Ministerio de Interior del gobierno de PSOE- Sumar ha permitido su inscripción en el Registro Nacional de Asociaciones.

Otro de los aspectos que han llamado la atención es su presencia en redes sociales como Instagram o Twitter, donde cuentan con un gran seguimiento. Es decir, los «algoritmos con los que trabajan estas redes» favorecen la difusión de los mensajes de estos grupos fascistas. Durante las riadas que se produjeron en octubre de 2024 en Valencia salió a la luz otro grupo similar llamado «Revuelta». Elon Musk envió a este grupo varios equipos de Starlink para restablecer el servicio de internet en las zonas donde se había perdido este servicio. ¿Por qué Musk decide enviar equipos de internet a este grupo y no a los servicios de Emergencias (que sería lo normal, ¿no?)?

Como en el caso de Núcleo Nacional, Revuelta también cuenta con buena difusión en las redes sociales de Musk y Zuckerberg. Ambos grupos se han dado a conocer gracias a estas plataformas. Así pasa también con otros grupúsculos que se están haciendo tristemente célebres: desde la empresa Desokupa donde hemos visto a Daniel Esteve escoltando al juzgado al ex-agente del CNI Víctor Aldama, al Frente Obrero. Estos grupos cuentan con una conexión total con el entramado estatal, sino es que salen de él.

Cuenta Alfredo Grimaldos que en las jornadas previas al 23-F: la VI Flota norteamericana se colocó frente a las costas de Valencia, el Strategic Air Command anuló el Control de Emisiones Radioeléctricas español (CONEMRAD) y las tropas estacionadas en Torrejón, Rota, Morón y Zaragoza se prepararon para cualquier escenario.

Como en décadas anteriores, de no ser por la cobertura del propio estado español y el apoyo de los tentáculos norteamericanos: estos grupos serían incapaces de organizar ni siquiera una reunión de vecinos.

 

PD: como curiosidad, entre los administradores solidarios de «Starlink Spain»-sucursal de la empresa de Elon Musk en España- ha figurado Belén Garrigues Calderón. Es familiar directa de Antonio Garrigues- Díaz Cañabate (embajador de Franco en EEUU) y de Antonio Garrigues Walker (miembro de la Comisión Trilateral).

 

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo