Gazprom abandona Alemania

La empresa rusa Gazprom abandona sus negocios en Alemania en un momento de crisis causada por las presiones de Estados Unidos, con el pretexto de la Guerra de Ucrania.

El gigante del gas no dio detalles ni explicaciones sobre su decisión de poner fin a sus actividades en Alemania y a todos sus activos, que incluyen filiales en Gran Bretaña, Suiza y la República Checa.

Los burócratas de la Unión Europea acusan a Gazprom de que retiene gas que podría liberar para reducir los precios en alza. Esta semana las autoridades antimonopolio de Bruselas han registrado sus oficinas en Alemania.

El impacto se dejará notar incluso en el almacenamiento de gas ya que Astora, filial de Gazprom en Alemania, tiene instalaciones con una capacidad total de 6.000 millones de metros cúbicos en Alemania y Austria. No hay ninguna otra empresa con esa capacidad de almacenamiento en Alemania.

No está claro si el gobierno alemán querrá intervenir y encargar a alguien la gestión de esas instalaciones para alcanzar los niveles de almacenamiento necesarios, y si eso podría provocar la oposición legal de Gazprom.

La medida complica aún más los lazos energéticos entre Rusia y Alemania, un día después de que Putin, firmara un decreto para imponer el precio del rublo para el gas a los compradores de lo que Moscú considera países inamistosos.

Berlín rechaza el cambio en la forma de pago argumentando que los contratos existentes están fijados en euros. “Pacta sunt servanda”. El ministro de Economía dijo el jueves que no se dejaría “chantajear por Putin”.

Pero, ¿no se había roto la baraja? El Presidente ruso no puede chantajear, pero se tiene que dejar chantajear por cualquier mequetrefe. El diario económico alemán Handelsblatt informó el jueves de que el Ministerio de Economía alemán estaba considerando la posibilidad de expropiar las unidades de Gazprom y Rosneft en el país, en medio de un agobio por la continuidad del suministro energético.

Alemania depende del gas ruso para el 40 por cien de sus necesidades, pero se ha sumado a las sanciones contra Moscú por presiones de Estados Unidos, incluyendo la paralización del gasoducto báltico Nord Stream 2, diseñado para duplicar el flujo de gas ruso directo a Alemania.

El Kremlin dijo el viernes que cualquier medida de este tipo sería una violación del derecho internacional, algo que ya ha dejado de interesar a las grandes potencias desde hace mucho tiempo, lo mismo que los contratos, los acuerdos y los compromisos. Es increíble que los Estados pierdan tanto negociando tratados que no están dispuestos a cumplir.

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