Estados Unidos aún conserva un cierto monopolio tecnológico en varias áreas que van desde internet hasta la robótica, la industria aeroespacial y la biotecnología. Las empresas de tecnología estadounidenses, como Google, Apple y Microsoft, dominan el mercado mundial e imponen sus patentes y cánones al resto del mundo.
Este dominio otorga a Estados Unidos una influencia y capacidad significativas para dar forma al futuro tecnológico a escala mundial, en detrimento de otros países y otras empresas. En el campo de la inteligencia artificial tanto Francia como China pretenden que no se reproduzca ese monopolio, y se han asociado.
Durante una consulta con su homóloga francesa, Catherine Colonna, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, ha propuesto una mayor cooperación en varios sectores tecnológicos, incluidos el aeroespacial y las tecnologías digitales.
“Necesitamos fortalecer la cooperación innovadora: ampliarla en el campo aeroespacial, en áreas como las tecnologías digitales y de bajas emisiones de carbono, en el campo de la inteligencia artificial”, dijo Wang Yi.
El ministro chino destacó la necesidad de incrementar los intercambios de estudiantes y estimular las relaciones de asociación entre universidades y organizaciones de investigación de ambos países. El objetivo es fortalecer la interacción entre centros de análisis, medios y regiones de China y Francia, consolidando así su colaboración científica y tecnológica.
La propuesta china se produce en un contexto en el que Europa, y en particular Francia, se esfuerzan por no quedarse atrás en el desarrollo de la inteligencia artificial. El 17 de noviembre representantes destacados de los monopolios franceses como Xavier Niel (Ilíada), Rodolphe Saadé (CMA-CGM) y el estadounidense Eric Schmidt (antiguo director general de Google), anunciaron la creación de Kyutai, un laboratorio de investigación que aspira a convertirse en la punta de lanza europea en inteligencia artificial de código abierto.
La iniciativa refleja la importancia estratégica de la inteligencia artificial y la necesidad de crear mano de obra cualificada en Europa.
Kyutai, con sede en París, nació en Station F, la incubadora de empresas emergentes de Xavier Niel, con un capital inicial de 300 millones de euros, procedente de varios inversores. El objetivo de Kyutai es trabajar en nuevos modelos de inteligencia artificial, esperando convertirse en un referente en Europa. Este enfoque cuenta con el apoyo del gobierno francés, con intervenciones de Jean Noël Barrot, ministro de Asuntos Digitales, y el propio Macron.
La alianza entre China y Francia en el campo de la inteligencia artificial podría cambiar significativamente la balanza en el sector tecnológico mundial. Si bien Estados Unidos domina actualmente el mercado de la inteligencia artificial, la entrada de China y Francia, con sus recursos combinados y esfuerzos concertados, podría ofrecer una alternativa competitiva y diversificada en un campo en rápida evolución.