Resistente contra el fascismo desde el primer minuto, Marie Claude Vaillant-Couturier es una heroína francesa, una de las puntas de lanza de la lucha contra la ocupación durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1933 Marie Claude realizó su primer reportaje en Alemania en la clandestinidad para la revista “VU” creada y dirigida por Lucien Vogel, su padre. El trabajo se titulaba “Vu explora de incógnito el III Reich”. Poco después de la llegada al poder de Hitler, esta presentación, compuesta de fotos tomadas por ella, mostró los dos primeros campos de concentración nazis: Dachau y Oranienburg.
En el otoño de 1937 se casó con el hombre cuyo nombre llevaría toda su vida: Paul Charles Vaillant-Couturier, redactor jefe del periódico comunista L’Humanité. Había sido herido por un proyectil en 1915 en la Primera Guerra Mundial y otra vez en 1918 por un ataque con gas. Esos acontecimientos reforzaron sus convicciones antimperialistas.
Sobrecargado de trabajo, Paul murió de un ataque al corazón sólo tres semanas después de la ceremonia de la boda. Enterrado en el cementerio Père-Lachaise, una multitud impresionante desfiló junto a su féretro durante seis horas. Más tarde, en 1939, Marie Claude se casó con Pierre Villon, responsable de la redacción clandestina de L’Humanité al comienzo de la guerra. Pierre también fue un miembro muy activo del Consejo Nacional de la Resistencia.
En 1938 Marie Claude se trasladó a España, donde conoció a las Brigadas Internacionales, una experiencia que le permitió conocer a Henri Tanguy, que más tarde sería conocido como Henri Rol-Tanguy, o coronel Rol-Tanguy. Sindicalista de CGT y militante comunista, Henri Tanguy había sido desmovilizado en agosto de 1940 y en el mes de octubre pasó a la clandestinidad para crear la Organización Especial, el brazo armado del Partido Comunista.
Su mujer Cecile también era miembro de la Resistencia. Después de la rendición de Alemania, el 18 de junio de 1945 el general De Gaulle le concedió la Cruz de la Liberación.
Al mismo tiempo, Marie Claude era miembro de la UJFF (Unión Juvenil Francesa), una organización feminista que luchaba contra la opresión de las mujeres. Como la mayoría de los comunistas (hombres) habían sido movilizados o encarcelados por el gobierno vychista, la UJFF permitirá fortalecer la futura resistencia comunista clandestina.
En el primer Congreso fue elegida presidenta Danielle Casanova, que en otoño de 1940 ayudó a establecer comités de mujeres en la zona ocupada y organizó el salto de las Juventudes Comunistas a la lucha armada.
Rose Blanc fue otra de las ilustres figuras de la UJFF. Se unió a la organización clandestina del Partido Comunista en 1940 y murió en la deportación a Auschwitz en marzo de 1943.
En 1939 otra mujer, Claudine Chomat, participó en la reorganización clandestina del Partido Comunista Francés. En 1941 dirigió los Comités de la Resistencia Femenina.
Junto con Georges Politzer y Paul Nizan (ambos asesinados), Charlotte Delbo descubrió el marxismo y se unió a las Juventudes Comunistas en 1934. Fue deportada a Auschwitz en 1943.
Josette Dumeix y Claudine Chomat estuvieron a cargo de la edición clandestina femenina de L’Humanité. Detenida por la policía de Vichy, paseron 22 meses en prisión.
Mounette Dutilleul, otra mujer resistente y comunista, fue deportada a Ravensbrück en 1943.
En julio de 1940 Madeleine Vincent dirigió la Resistencia en el Norte y de Pas-de-Calais como miembro de las Juventudes Comunistas. Fue deportada a Kreuzburg, continuó la lucha a riesgo de su vida al negarse a trabajar para los alemanes.
Georgette Cadras era militante del PCF y se convirtió rápidamente en capitán de la Resistencia. Fue detenida el 26 de marzo de 1941 y condenada a 10 años de prisión por un tribunal francés colaboracionista).
Desde principios de la década de 1930 Lise Ricol-London era militante del Partido Comunista. Bajo la ocupación también se convirtió rápidamente en capitán de la Resistencia. Fue arrestada por la policía francesa en agosto de 1943, entregada a los alemanes, deportada al campo de concentración de Ravensbrück y luego a Buchenwald.
Por su parte, como las demás militantes comunistas, Marie Claude también entró en la Resistencia participando en la edicicón del primer número clandestino de L’Université Libre, uno de los primeros grupos creados por tres comunistas: Georges Politzer, Jacques Decour y Jacques Solomon. Este grupo de intelectuales se formó en septiembre de 1940.
Marie Claude fue detenida por la policía a principios de 1942. Descubrió la vida en prisión y aprendió a comunicarse con otros presos, en particular con Marie José Chombart, que toda su vida había luchado por los derechos de los niños.
El 24 de enero de 1943 el convoy 31000 transportó a 1.530 hombres y 230 mujeres a los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau. De ellos 119 eran comunistas, 12 pertenecían a redes gaullistas, 51 habían sido detenidos por resistir y sólo 49 de ellos sobrevivieron a la deportación.
En Birkenau Marie Claude transportaba ladrillos de doce a catorce horas al día, aunque luego le asignaron como secretaria, debido a sus conocimientos del alemán. Allí conoció a Danielle Casanova, que murió de una virulenta epidemia de tifus el 9 de mayo de 1943. Fue condecorada póstumamente con la Orden Nacional de la Legión de Honor. Dos meses antes, Marie Politzer también había muerto de tifus. Casada con Georges Politzer y militante comunista, se había unido a la Resistencia en agosto de 1940.
En agosto de 1944 Marie Claude fue trasladada al campo de Ravensbrück, donde le asignaron inicialmente a los movimientos de tierra y luego de traductora. En Ravensbrück, Marie Claude y sus camaradas se unieron a la organización de la resistencia interna del campo, que suponía negarse a trabajar para la industria armamentística nazi. Es lo que hacían los prisioneros de guerra soviéticos.
La insubordinación fue severamente reprimida por los nazis.
El 28 de abril de 1945 las SS abandonaron el campo de Ravensbrück, dejando a 2.000 mujeres enfermas. Algunas prisioneras, entre ellas Marie Claude, se ofrecieron como voluntarias para cuidar de ellos. Al día siguiente llegaron los soviéticos. Con el apoyo de los médicos soviéticos y otros deportados, Marie Claude se hizo cargo de la administración del campo. Se quedaron en Ravensbrück para tratar a los enfermos hasta que pudieran ser evacuados.
En el Tribunal de Nuremberg, Marie Claude testificó el 26 de enero de 1946. En el banquillo estaban Hermann Göring, Rudolf Hess, Joachim von Ribbentrop y otros 21 cabecillas nazis en total. Marie Claude se acercó a ellos y los miró lentamente. Luego, frente a los jueces, la joven relató con calma el horror del universo de los campos de concentración.
En el funeral de Henri Moraud, presidente del Fondo de la Memoria de Auschwitz, Marie Claude estuvo junto a Henri Krasucki, comunista y judío torturado por ser un resistente de la primera hora.
Inmediatamente después de la Liberación, Marie Claude formó parte de la Asamblea Consultiva Provisional creada el 3 de noviembre de 1943 en Argel. Fue miembro de la Comisión de Educación y Bellas Artes, Juventud y Deporte el 26 de junio de 1946. También fue elegida diputada del Sena por el Partido Comunista, un cargo que ocupó durante décadas. De 1956 a 1958 y de 1967 a 1968 fue Vicepresidenta de la Asamblea Nacional.
Entre octubre de 1963 y junio de 1964 se celebró en Sudáfrica el juicio de Rivonia, que dio lugar a la condena a cadena perpetua de Nelson Mandela y otros siete militantes contra el apartheid. Marie Claude estuvo a la vanguardia de la lucha. Desde Francia, intervino ante la Asamblea Nacional para denunciar la represión, el racismo y la brutalidad del régimen de Pretoria.
Gérard Streiff, Une vie de résistante: Marie Claude Vaillant-Couturier
https://anticons.wordpress.com/2018/09/10/marie-claude-vaillant-couturier-merite-elle-aussi-le-pantheon/