Europa adelanta el muro contra la emigración en el norte de África

La Unión Europea ha firmado una colosal asociación económica con Egipto por valor de 7.400 millones de euros. Esta suma, repartida en varios años hasta finales de 2027, es un compromiso sin precedentes con el país norteafricano, que está sumido en una profunda crisis económica.

La asociación le ofrece a Egipto un rayo de esperanza en un período de bancarrota. El país norteafricano atraviesa la peor crisis de su historia. La deuda externa se ha triplicado hasta casi 165.000 millones de dólares en una década y los fondos de la Unión Europea suponen un poco de aire para el gobierno de El Cairo, que le va a permitir pagar algunas deudas, mientras invierte en proyectos de desarrollo cruciales para su futuro.

Para la Unión Europea el acuerdo representa un paso hacia la gestión eficaz de los flujos migratorios procedentes del Continente Negro. Uno de los principales objetivos de la asociación es frenar el flujo de inmigrantes que cruza el Mediterráneo, aunque las ONG temen que ocurra como en Libia, donde la vida de los inmigrantes pende de un hilo.

Pero el acuerdo va mucho más allá de la cuestión migratoria, cubriendo áreas clave como la energía, el comercio y la inversión, allanando el camino para una mayor cooperación en sectores vitales. Ursula von der Leyen ha subrayado la importancia de este acuerdo calificándolo de “asociación estratégica integral”, destacando la diversidad de las áreas involucradas.

La ceremonia oficial de firma del acuerdo, con la intervención del Presidente egipcio Abdel Fattah Al-Sissi y de varios dirigentes europeos, marca el inicio de una nueva era de cooperación entre ambas partes. Los detalles económicos son impresionantes: 5.000 millones de euros en préstamos, 1.800 millones en inversiones, 400 millones de euros en ayudas para proyectos bilaterales y 200 millones de euros en ayudas dedicadas a programas vinculados a la emigración.

Pero no todo es emigración. En el norte de África se está poniendo en marcha una política ambiciosa para explotar todo el potencial de las energías llamadas “renovables”.

Además de desarrollar su potencial de petróleo y gas, Egipto también apuesta por la energía nuclear, solar, eólica e incluso el hidrógeno “verde”. Los grandes inversores internacionales están interesados ​​en el hidrógeno “verde” procedente de Egipto. Los más activos son los indios.

Muy recientemente, el holding indio Rana anunció una inversión de 12.000 millones de dólares para construir una planta de producción de hidrógeno “verde” en Egipto. Representantes del gobierno egipcio se reunieron con la empresa Rana para discutir la inversión.

La empresa india tiene grandes planes para Egipto en términos de valorización de los recursos energéticos. Es un conglomerado que opera en el sector de la fabricación de vehículos eléctricos, equipos agrícolas y satélites.

El sector turístico es otro pilar de la economía egipcia desde hace muchos años. Aporta importantes capitales a las arcas del Estado y ofrece oportunidades a la población.

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