La seguridad es también alimentaria, dice Alois Rainer, ministro de Agricultura y Alimentación del gobierno alemán. “Actualmente nos encontramos en una situación de seguridad que nos hace reflexionar a todos”, declara en el podcast Berlin Playbook de Politico. “Para mí, es importante que, además del suministro de equipo militar, la seguridad alimentaria también desempeñe un papel fundamental”.
Rainer pide la creación de una reserva nacional de alimentos, que incluya raviolis, para prepararse ante una posible guerra (*).
Durante décadas, las reservas de emergencia alemanas consistieron principalmente en alimentos básicos sin procesar, como cereales y lentejas secas. Rainer cree que acumularlas en una crisis lleva demasiado tiempo.
Su propuesta costaría hasta 100 millones de dólares y en ella participarían las principales cadenas alimentarias para gestionar la logística y el almacenamiento.
Estas reservas son necesarias, dice Rainer, no solo en caso de guerra, sino también para otras crisis, como pandemias, apagones o desastres naturales. Sin embargo, lo que más preocupa a los dirigentes políticos alemanes es la “amenaza rusa”.
La idea de una reserva nacional de raviolis ha generado titulares entusiastas en los medios alemanes. “Nuestra mentalidad ha cambiado, de modo que cuando hablamos de capacidades de defensa, no solo tenemos que considerar el aspecto militar”, declaró Florian Weber, jefe de operaciones de Technisches Hilfswerk, la organización alemana de defensa civil que coordina la ayuda técnica en emergencias y desastres.
“Se trata también, y sobre todo, de proteger a la población”, añadió Weber. “Creo que el ejemplo de la guerra en Ucrania demuestra que, si bien las capacidades militares son muy importantes, también es crucial que el Estado demuestre que la defensa civil aún puede proporcionar servicios básicos a la población”.
El llamamiento para reorganizar las reservas de alimentos ha sido bien recibida, pero los escépticos también advierten sobre ciertos obstáculos, como la vida útil limitada y la carga logística y financiera que supone el reabastecimiento regular.
Las reservas nacionales no son nuevas; existen en Alemania desde la década de los sesenta, pero a menudo han pasado desapercibidas o se han subestimado. Cuando en 2016 Thomas de Maiziere aconsejó a los alemanes que almacenaran alimentos y agua en casa para las emergencias, le acusaron de alarmismo y de difundir una ideología “supervivencialista” al estilo de algunas sectas estadounidenses.
La pandemia abrió una brecha para conducir a la histeria colectiva, con la escasez de papel higiénico y pasta en los supermercados. Después llegó al apagón en la península. Ahora todos estamos sobre aviso. Una guía de supervivencia elaborada por la Unión Europea recomienda que los hogares almacenen alimentos para al menos tres días, e idealmente para hasta diez, además de medicamentos básicos, velas, una radio a pilas y otros artículos imprescindibles. Pero sobre todo raviolis… por si acaso.
(*) https://www.washingtonpost.com/world/2025/09/07/germany-war-preparation-ravioli-reserve/
Descubre más desde mpr21
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.