La Casa Blanca anunció el viernes por la noche que funcionarios de la administración se reunieron con activistas iraníes con el fin de analizar los motivos por los que las protestas de las últimas semanas se han relajado, y para coordinar acciones para reanimarlas.
La asistente del presidente y directora del Consejo de Política de Género, Jennifer Klein, junto con otros funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional, se reunieron con las activistas para discutir qué puede hacer la administración Biden para agitar el movimiento de mujeres en Irán, tras la muerte de 22 años de la joven Mahsa Amini.
“El grupo discutió el papel fundamental de las mujeres iraníes en la movilización de una coalición diversa de iraníes que protestan contra la brutalidad del gobierno, y discutió las herramientas diplomáticas y económicas que Estados Unidos está buscando para apoyar a los manifestantes iraníes y hacer que el gobierno iraní rinda cuentas”, dijo la nota difundida por la Casa Blanca.
Las fuentes occidentales repitieron hasta la saciedad que Amini fue arrestada por no usar el hiyab correctamente por la Gasht-e Ershad («patrulla de orientación») de Irán en septiembre. El incidente, grabado por las cámaras de seguridad, muestra a una policía acercándose a Amini y señalando su hijab. Amini y el agente tuvieron un desacuerdo verbal, tras lo cual la policía se dio la vuelta y dejó a Amini sola.
En ese momento, y sin que se produjera ningún altercado físico entre las dos personas, Amini se desmaya y posteriormente se informó de que había caído en coma. Se puede ver a la policía corriendo para ayudar a Amini y evitar que se caiga. Amini fue trasladada al hospital para recibir tratamiento.
Desde su muerte, miles de mujeres iraníes salieron a las calles para protestar por las supuestas reglas del hiyab del régimen, aunque en Teherán es muy habitual ver a mujeres sin hiyab, algo que la Administración norteamericana agitó desde el primer momento, promoviendo una revolución de colores.
La administración Biden ha emitido declaraciones de apoyo a las protestas y ha sancionado a varios funcionarios iraníes, pero en la Casa Blanca hay una gran preocupación, que fue trasladada a los asistentes, por el hecho de que las protestas se hayan desvanecido.