El 25 de abril 13 observadores de la OSCE fueron capturados en Slaviansk (Ucrania) por los denominados separatistas pro-rusos. Así lo repitieron infatigablemente todos los medios de propaganda del imperialismo… con excepción de Rusia Today y algunos pequeños medios de información alternativos.
Sin embargo, al dia siguiente de la captura a la presentadora de un programa de la primera cadena de televisión austriaca ORF se le quedó la cara pálida cuando entrevistaba a Claus Neukirch, director adjunto del Centro de Prevención de Conflictos de la OSCE y éste le confesaba que los capurados no eran en realidad ni observdores ni de la OSCE, hasta el punto de que no iban negociar siquiera su liberación. Se lavaban las manos:
“Nosotros no hemos tenido ningún contacto con ellos. Para ser precisos, no son consejeros militares de la OSCE sino observadores militares que fueron allí alegando un mandato de la OSCE. Las negociaciones con Slaviansk no fueron conducidas por la OSCE sino por los ministerios de Defensa y Exteriores de Alemania. Ellos tienen allí tres militares y un intérprete. Es el gobierno de Ucrania el que ha invitado a los expertos”, dijo Neukirch.
Los pro-rusos siempre los calificaron de «espías de la OTAN» pero nadie les hizo caso, ni a ellos ni a la OSCE, a pesar del desmentido casi instantáneo. Se mantuvo la farsa incluso después de que fueran liberados el 3 de mayo.
Dos días después el diario alemán «Süddeutsche Zeitung» reconoció que uno de los cuatro alemanes secuestrados podría tener «ciertas conexiones» con los servicios secretos. Se refería al coronel Axel Schneider. Sin embargo, la noticia apuntaba que no pertenecía al personal del espionaje BND sino al del Centro de Verificación del Ejército Alemán en Geilenkirchen, localidad en la que también hay un centro del BND y del que recibe apoyo.
El embajador de Rusia ante Naciones Unidas, Vitali Churkin, calificó la presencia del espionaje alemán en el este de Ucrania como una provocación. Pero los capturados no eran sólo observadores, es decir, espías, sino una unidad operativa, es decir, que se formaban una tripe mezcolanza de espías alemanes del BND, fuerzas especiales (también alemanas) del KSK (Kommando Spezialkräfte) acompañados de los nazis ucranianos. Como dijo la agencia libanesa de noticias Almanar, se infiltraron «para preparar el próximo ataque contra Slaviansk».
Con 1.100 mercenarios el KSK es la mayor unidad militar especializada en Alemania. Se encuentra en estado de alerta para entrar en acción en cualquier momento y ya ha participado tanto en la ocupación de Afganistán como en los secuestros y torturas de Guantánamo.
Desde 2007 el KSK está siendo investigado por las torturas que padeció en Afganistán el germano-turco Murat Kurnaz, que permenció recluido allá durante 5 años. En una foto Kurnaz identificó a los responsables de sus torturas, que resultaron ser mercenarios del KSK. La fiscalía de Tubinga ha abierto una investigación y se han constituido, además, dos comisiones parlamentarias a causa de la implicación del espionaje. Los acusados podrían ser condenados a penas máximas de cinco años de cárcel.
Murat Kurnaz, turco criado en Alemania, acusó a los miembros del KSK de haberle torturado, amenazado de muerte y humillado en la ciudad afgana de Kandahar. Fue golpeado con la cabeza contra el suelo, le patearon, le aplicaron electroschocks y durante días no recibió comida.
Kurnaz viajó a Pakistán en octubre de 2001, poco después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos en viaje de peregrinación, según afirmó en declaraciones ante una comisión del Parlamento Europeo. Pocas semanas más tarde fue detenido por mercenarios, que, según sus palabras, lo vendieron a los americanos «por precio entre 3.000 y 5.000 dólares».
De Pakistán fue llevado a Kandahar, Afganistán, y entregado a las tropas estadounidenses. En ese período fue interrogado y torturado por los mercenarios alemanes del KSK. En enero de 2002 fue internado en Guantánamo por las sospechas de que pertenecía a Al Qaeda. La sospecha nunca se confirmó por lo que fue liberado en agosto de 2006.