En Taiwán no ha habido pandemia. Desde que se notificaron los primeros “casos” en febrero del año pasado, solo se han atribuido 846 muertes al coronavirus. Las cifras de mortalidad se redujeron con respecto a años anteriores, por lo que el gobierno podía haber prescindido de vacunas, pero la inoculaciones tienen poco que ver con ninguna enfermedad.
Taiwán se inscribió en el programa Covax de la OMS y comenzó a vacunar el 22 de marzo de este año. En aquel momento el país no había registrado ni una docena de muertes atribuidas oficialmente al virus. Desde entonces y hasta el 6 de octubre la cifra se ha disparado a 846, de las que 836 son posteriores a las vacunas, según datos oficiales del ECCC (Centro de Mando de Epidemias).
Hasta el 11 de octubre, 4,48 millones de taiwaneses, es decir, alrededor del 19 por ciento de la población, habían sido vacunados en su totalidad y 13,7 millones, es decir, alrededor del 59 por ciento de la población, habían recibido una dosis. La campaña de vacunación se ha llevado a cabo con AstraZeneca, seguida posteriormente de Moderna Pfizer y Johnson & Johnson.
Cuando Taiwán inició la vacunación empezó a surgir una tendencia alarmante. La media más alta de “nuevos casos” antes de que se pusieran en marcha las primeras vacunas fue de sólo 3. El 28 de mayo la media se había disparado a 597.
En casi todo el mundo el aumento de casos y muertes fue anterior a que las vacunas estuvieran disponibles. En Israel el récord de “casos” en un solo día se registró tras el inicio de la campaña de administración de la tercera dosis de Pfizer, que los “expertos” trataron de encubrir con el invento de la variante delta.
Taiwán siguió el mismo recurrido que Israel. La media de “casos” en la isla no bajó de los 10 “nuevos casos” hasta septiembre. Desde entonces, a pesar del aumento de la vacunación, la media nunca ha conseguido alcanzar los niveles anteriores a la vacunación. La media de siete días más baja que Taiwán ha visto desde que comenzó a vacunar a sus ciudadanos se registró en 5 el 5 de septiembre.
De las muertes notificadas al CECC de Taiwán tras las vacunaciones, 643 se atribuyeron a pacientes que recibieron dosis de AstraZeneca, 183 recibieron dosis de Moderna y sólo 22 recibieron la vacuna Medigen específica de Taiwán. Aunque se registraron como acontecimientos adversos tras la vacunación, muchos funcionarios taiwaneses han respondido al informe de la CECC afirmando que estas muertes pueden no haberse debido intrínsecamente a las vacunas. No obstante, la CECC manifestó anteriormente su posición de que las reacciones a la vacuna Moderna dieron lugar a acontecimientos adversos mortales.
Como la media de muertes relacionadas con el coronavirus sigue fluctuando entre 0 y 1, como lo ha hecho durante varias semanas, es posible que las muertes notificadas al CECC de Taiwán después de la vacunación sigan superando las atribuidas al virus durante algún tiempo.
Cualquiera puede ententender el caso de Taiwán: las vacunas no son necesarias, no son seguras y no son eficaces.
—https://www.zerohedge.com/news/2021-10-14/deaths-following-vaccination-reported-taiwan-exceed-nations-covid-deaths