Es casi seguro que el lector ha visto muchas películas sobre la guerra de Vietnam porque se las han introducido por los ojos, tanto a él como al mundo entero. Pero también es casi seguro que ningua de ellas es vietnamita.
Lo que el mundo sabe sobre la guerra de Vietnam es porque se lo ha contado uno de los bandos: Estados Unidos.
La inmensa mayoría de los países del mundo que tienen que hacer pagos internacionales, deben recurrir al dólar porque carecen de oro para hacerlo. Nadie aceptaría jamás que le pagaran en monedas tales como rupias, liras u otras de las que ni siquiera saben en qué países circulan.
No hay otra moneda en el mundo que circule a la misma escala que el dólar, la moneda que emite Estados Unidos.
A lo largo de su historia, el ejército de Estados Unidos ha invadido y ocupado numerosos países para quitar y poner gobiernos, como en Panamá en 1989, pero ningún ejército del mundo ha invadido a Estados Unidos para cambiar su gobierno.
El bloqueo impuesto por Estados Unidos para doblegar a Cuba es el más largo que ha conocido la historia. Estados Unidos impone embargos y sanciones a Estados y empresas de todo el mundo. Los embargos y sanciones también alcanzan a terceros países que comercian con ellos.
Sin embargo, ningún país, como Cuba, ha bloqueado, sancionado o embargado a Estados Unidos.
En 2001 el impago de la deuda soberana argentina se acabó resolviendo en un juzgado de Nueva York, con leyes estadounidenses, policías estadounidenses y órdenes estadounidenses que se imponen al mundo entero.
¿Alguien conoce que un juzgado de Rosario o de otro lugar del mundo haya intervenido en un pleito contra Estados Unidos?
Para Estados Unidos la Segunda Guerra Mundial nunca se finalizó. La Guerra de Corea tampoco. Desde 1945 ha iniciado 200 guerras que no se han acabado nunca. No conocen el significado de la palabra paz.
El ejército de Estados Unidos es gigantesco. No tiene comparación posible. El presupuesto militar de Estados Unidos es igual a la suma de los presupuestos de los siete Estados que más gastan del mundo en armamento.
El edificio del Pentágono es tentacular para reflejar a un ejército tentacular que tiene ramificaciones en los cinco continentes: Africom para África, Centcom para Oriente Medio y Asia central y un sinfin de siglas parecidas que ponen de manifiesto que los imperialistas tienen bajo amenaza a todo el mundo y que no hay ningún otro ejército con un despliegue internacional parecido.
Desde 1945 Estados Unidos construyó una red de bases militares en torno a la frontera de la URSS, que no ha sido desmantelada, a pesar de que la URSS ya no existe.
Ningún país del mundo ha establecido nunca bases militares junto a las fronteras de Estados Unidos.
Muchas leyes de Estados Unidos están vigentes en el mundo entero. Los tribunales de Estados Unidos también tienen jurisdicción en el mundo entero y aplican sus propias leyes como les da la gana.
Cuba es un Estado americano, pero los imperialistas lograron su expulsión de la Organización de Estados Americanos. Siria es un Estado árabe pero los imperialistras lograron su expulsión de la Liga Árabe. Esas acciones no fueron promovidas por Rusia o por China sino por Estados Unidos.
A Estados Unidos nadie se ha atrevido nunca a expulsarle de ningún organismo; si se va es porque quiere.
Una potencia, como Estados Unidos, es hegemónica porque puede elegir a su enemigo. Es una gran ventaja estratégica y militar que consiste en tener la iniciativa y seleccionar al adversario contra el que quiere luchar en cada momento. Desde 1917 la URSS (y Rusia) ha estado en todas las quinielas y Corea del norte también desde 1950. Durante algún tiempo fueron los países del “Eje del Mal”: Cuba, Libia, Irán…
Esas víctimas propiciatorias no tienen alternativa; no eligen sino que son elegidos. Son como esos corderos que se separan de la manada para llevarlos al matadero.
Sin embargo, por grande que sea la hegemonía de un país, como Estados Unidos, no es omnímoda; siempre habrá otro u otros capaz de disputársela y de contrarrestarla.