El 21 de diciembre, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Kim Ives, director de la edición inglesa de Haití Liberté, leyó una declaración sobre la situación en Haití, en claro contraste con todas las “medias verdades” que los 15 miembros del Consejo y de los otros tres países invitados están acostumbrados a escuchar.
“Se me pidió que expusiera los hechos. Pero los hechos en sí no son neutrales. Cuentan una historia”. En su intervención repasó esa historia, que incluye los Golpes de Estado y las invasiones militares que ha sufrido Haití en los últimos 30 años.
Siguió denunciando y diseccionando esas “medias verdades”, que son tan peligrosas como las mentiras, entre ellas el pretexto de las “bandas criminales” y las amalgamas utilizadas para intentar justificar una intervención militar.
Aunque existen bandas criminales, también existen, y quizás sobre todo, “brigadas de vigilancia”, una especie de organización revolucionaria de defensa comunitaria que protege a la población en ausencia del Estado. Es contra estas brigadas contra las que los países del Grupo Central (Estados Unidos, Canadá, Francia, etc.) quieren tomar medidas enérgicas.
Kim Yves, que lleva 48 años informando sobre Haití, responde también a Helen La Lime, representante del Secretario General de la ONU para Haití y principal difusora de las “medias verdades”. La Lime es una antigua diplomática y alta funcionaria del Departamento de Estado estadounidense.
Ives también comentó la reacción de los diplomáticos de los países presentes, entre ellos Bob Rae, embajador de Canadá ante la ONU, que calificó de “disparate” su presentación.
Terminó hablando de la solución a la crisis de Haití, que pasa por no admitir ninguna intervención militar extranjera, ninguna implicación de Estados Unidos, Canadá y Francia, que tratan a Haití como un coto vedado. Corresponde a los propios haitianos resolver la crisis.