Pyongyang ya ha cancelado una reunión al más alto nivel con Corea del sur prevista para hoy para protestar por las maniobras militares, en las que participan los ejércitos surcoreano y estadounidense.
Estados Unidos tendrá que “considerar cuidadosamente el destino de esta cumbre entre Corea del norte y Estados Unidos a la luz del ruido militar”, dice Yonhap.
Los ejercicios entre las fuerzas aéreas de ambos aliados consisten en una provocación seguida una invasión, mientras que el período que se había abierto se caracterizaba por una mejora de las relaciones intercoreanas, añade Yonhap.
Washington, por su parte, dijo que seguirá preparándose para la cumbre. “Continuaremos avanzando” en los preparativos. “Nadie nos ha notificado” ningún cambio, dijo Heather Nauert, la portavoz del Departamento de Estado.
En una cumbre sorprendente celebrada el mes pasado en la zona desmilitarizada que delimta la frontera entre las dos Coreas, Kim y el presidente surcoreano Moon Jae-in reafirmaron su compromiso con el “objetivo común” de la “desnuclearización total” de la península.
Lamentablemente, en las condiciones actuales, Estados Unidos no va a consentir que ese propósito culmine porque los imperialistas han tomado un rumbo claro hacia una guerra permanente, como demuestra la ruptura de un acuerdo similar con Irán. No hay ningún motivo para pensar que Estados Unidos vaya a permitir con Corea lo que no permite con Irán.
Aunque la peninsula Coreana quedára totalmente desnuclearizada, Corea del Norte aún tendría bombas H. Mucho más devastadoras (bastan 3 para destruir el planeta) que además ha conseguido comprimirlas en misiles, según fuentes de Corea del Norte y expertos internacionales. Muchas veces se obvía esto, y la superioridad estratégica que da ese hecho.
Cuando el 7ª congreso del Partido del Trabajo abogó por la paz y la unión de la nación Coreana, puso énfasis, en que lo unico que les importaba era la opinión del pueblo de Corea del Sur y propagar su soberanía, secuestrada por EE UU. Nunca han dejado de criticar el imperialismo gringro y a sus lacayos japoneses, ni desconfiar de sus intenciones.