Primero crean una “variante“ sacada como prestímano de una chistera, alehop, luego sobreviene la previsible “ola“ infecciosa correspondiente que recuerdan todos los días -la gente no sabe ya en qué ola está- los medios de desinformación e intoxicación para mantener la tensión dramática que da paso, sin solución de continuidad, a la psicosis y la histeria del ganado, que por eso nos tienen y tratan -se hablaba de “inmunidad de ganado”, de “vacunódromos”-, aparte de cobayas donde ensayar, a cuerpo gentil, sus vacunas experimentales -los “ensayos clínicos” de que hablan, si se les pregunta, adolecen de un hermetismo pavoroso-, después la prueba del algodón “científica“ consistente en un antígeno -que puedes procurarte tú mismo casi en una gasolinera como quien se agencia una cassette de El Fary- que lo mismo da positivo (y tú mismo te podrías autoconfinar) por un vulgar resfriado dizque una gripe estacional, que luego negativo por dos veces como ocurrió con el futbolista del Real Madrid Luka Modric, para finalizar esta rueda diabólica hospitalizando barandas para, acto seguido, lamentar -como quien oye llover- que, por ejemplo, en Madrid, hay riesgo de colapso hospitalario.En resumen, se desemboca en una situación que ha sido creada por ellos mismos con su logística y sus mantras.
Al revés que Juan Palomo, ellos lo guisan, pero nosotros lo comemos, nolens volens.