El laboratorio suizo de investigación Spitz asegura que el tóxico con el que envenenaron a los Skripal procede de los arsenales del ejército de Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países de la OTAN y que nunca ha sido fabricado en Rusia.Según el ministro de Asuntos Exteriores ruso Sergei Lavrov, el 27 de marzo el laboratorio suizo Spitz (Schweizerisches Institut für ABC-Schutz) investigó la toxina utilizada contra los Skripal.
El laboratorio trabajó sobre las muestras tomadas por la OPAQ (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas) en el lugar de los hechos en Salisbury, y ha concluido su informe asegurando que pertenecen al arsenal de las fuerzas armadas de Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países de la OTAN:
El informe ha sido remitido a la OPAQ, ha explicado Lavrov. En el curso de la investigación se detectaron en las muestras rastros de la sustancia química tóxica BZ y sus precursores, incluidas dentro de las armas químicas prohibidas por una Convención Internacional.
“BZ es un veneno neurotóxico que causa daño temporal. El efecto psicotóxico se desarrolla entre 30 y 60 minutos después de la ingestión y dura de dos a cuatro días”, dijo Lavrov.
“Esto significaba que pertenecía al arsenal de las fuerzas armadas de Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países de la OTAN. En la Unión Soviética y Rusia nunca se fabricanron tales sustancias químicas”.
El neurotóxico A234, conocido en Gran Bretaña como “Novitschok”, también se encontró en las muestras pero, según los especialistas, la alta concentración de Novitschok causaría inevitablemente la muerte.
El laboratorio militar británico de Porton Down ya había anunciado también que no había podido probar el origen ruso del tóxico.