A partir de la semana que viene Portugal se unirá a otros cuatro países europeos en la prueba piloto del Pasaporte Europeo de Vacunas. El documento es un instrumento de control social que reunirá todos los datos de vacunación de las personas en un mismo soporte.
El pasaporte estará disponible en varios formatos, incluidas tarjetas impresas, copias enviadas por correo y versiones digitales para móviles.
Ya está en marcha el proyecto Euvabeco que, por esta vez, no recurre a África como campo de experimentación. El conejillo de Indias es Portugal, junto con Suecia, Francia, Bélgica, Alemania, Grecia, Letonia, Luxemburgo y Polonia. Pero, a los efectos del experimento, solo participan Letonia, Grecia, Bélgica, Alemania y Portugal.
Lo que siempre fue algo coyuntural, se transforma en permanente. Lo que era excepcional se convierte en normal. Lo que era íntimo se pone a la vista de todo el mundo (literalmente).
Este método de almacenar y compartir datos, en lugar de depender únicamente de los sistemas de salud pública, fue posible gracias a la Red Mundial de Certificación de Salud Digital (GDHCN), desarrollado durante la pandemia de “covid” para la Unión Europea.
No obstante, los planes para crear un pasaporte de vacunación, analógico o digital, ya estaban en marcha antes de la pandemia de 2020, e incluso antes que las vacunas, como ya explicamos en una entrada publicada en 2021.
Ahora el GDHCN está en manos de la Organización Mundial de la Salud y, por lo tanto, al alcance de empresas privadas y fundaciones oscuras, aunque se presenta a la inversa: no como una base de datos centralizada sino como un instrumento para que las personas puedan acceder a sus propios datos.
El ensayo en Europa es otro paso después de la reciente ampliación de la vigilancia introducida por la reforma del RSI (Reglamento Sanitario Internacional), que facilita los confinamienntos recurrentes para imponer la vacunación obligatoria como una forma de asegurar un mercado estable para las empresas farmacéuticas que fabrican las vacunas de última tecnología.
Uno de los planes de Euvabeco es imponer el pasaporte de vacunas en todo el mundo y se publicarán en 2026, ampliando el experimento más allá de esta fase piloto y reforzando los mecanismos de control social con el pretexto de la sanidad pública.
Además Euvabeco planea poner en marcha otras herramientas innovadoras: un sistema de decisión clínica que proporciona recomendaciones de vacunación, una herramienta de detección para identificar “a las poblaciones vulnerables”, un prospecto electrónico de información del producto (e-PIL) para permitir la transferencia de vacunas entre países sin tener que reenvasarlas, y una herramienta de modelado y pronóstico para evaluar el impacto de las intervenciones de salud pública.
Espeluznante. Habrá que salir a las calles ✊